DE NORTE A SUR
Por: Guillermo Correa Bárcenas / Editorial
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) termina hoy su cuarta ronda que se llevó a cabo en Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, que desde su campaña amenazó con retirar a su país del acuerdo que cumplió 23 años de existencia. Desde entonces el gobierno mexicano, sorprendido, rechazó los argumentos del mandatario estadounidense en el sentido de que su país ha sido el gran perdedor ante sus socios comerciales, lo que también dejó perpleja a la administración de Canadá. Iniciadas las pláticas en México pronto hubo expresiones de júbilo entre los negociadores encabezados por el secretario de Economía, Ernesto Guajardo, quien todavía, trasladados los encuentros a Otawa , veía junto con otros funcionarios sólo un panorama optimista. Pero ya en Gringolandia todo lo claro se tornó obscuro cuando se vio que el empresario metido a político y conductor de un imperio siempre ha sido real en sus ataques, situación que, a los de este lado, parece no preocuparles al minimizar la relación con los estadounidenses y decirles a los trumpistas que su postura nos hace lo que “el viento a Juárez”.
Fue el 18 de agosto cuando el titular de la secretaría de Economía dijo que veía un futuro positivo pese a algunos temas que tendrían que complicarse. En el fondo, según legisladores, sí había muchos desacuerdos con la postura de Trump que sólo quiere ganancias para Estados Unidos sin importarle lo que suceda en los otros países o los que se oponen dentro del territorio estadounidense a sus propuestas en torno al TLCAN. Como se sabe, el presidente de EU considera al Tratado de ser injusto y un desastre para su país. Incluso el 20 de enero de este año en que tomo protesta hizo oficial la amenaza de sacar a Estados Unidos. Actitud que no ha cambiado sino que se ha endurecido. En respuesta, Enrique Peña Nieto no ha dejado de expresar que lo primordial de las pláticas es que los tres países ganen; que no se dejará el diálogo y ha pedido no considerar a las especulaciones. ¿Y si realmente Trump se retira del TLCAN? Es la pregunta que muchos nos hemos hecho desde que inició el gobierno del Presidente estadounidense más odiado de los últimos tiempos. En consecuencia, las respuestas son muchas aunque casi todas coincidentes en el sentido de que México está ante una gran oportunidad para redefinir su futuro.
Un análisis sobre el tema hecho por Enrique Cárdenas Sánchez, ex director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, ha registrado que a cada amenaza de Trump las reacciones son caída de la Bolsa y depreciación del peso, sustos que se repiten y afectan los mercados lo que refleja, según el economista que cuenta con maestría y doctorado de la Universidad de Yale, que la economía mexicana tiene un sector exportador grande y potente, y que la sombra del proteccionista norteamericano podría afectar de manera negativa el desempeño de toda la economía. Así sería el impacto –asegura de tal decisión estadounidense. El también egresado del ITAM pide tomar en cuenta que ante las advertencias del gobierno vecino debemos estar preparados para lo peor, pero esperar lo mejor.
“¿Qué debemos hacer? ¿Cómo prepararnos? ¿Efectivamente Trump llevará a cabo sus amenazas? Una reacción natural ante el proteccionismo es privilegiar el mercado interno, incrementar las clases medias y acelerar la recuperación del poder adquisitivo de la mayoría de los mexicanos. Pero, ¿cómo puede hacerlo? Parece una propuesta inmejorable…aunque tan buena que casi suena hueca.
Pero la historia económica nos dice que sí es posible: resulta que la situación actual se parece mucho al impacto de la Gran Depresión de 1929 en la economía mexicana. El comercio internacional se contrajo y disminuyeron sensiblemente nuestras exportaciones, el tipo de cambio se depreció y, por si poco fuera, el gobierno estadounidense deportó a 300 mil personas, a saber, alrededor del 6.5 % de la fuerza laboral que hoy serían más de tres millones y medio de personas. Esto podría pasar si Trump cumple sus amenazas.
“¿Qué ocurrió en los años treinta? ¿Cómo se recuperó la economía mexicana? Después del primer impacto recesivo, al contraerse nuestras exportaciones y depreciar el peso –además de una violenta contracción monetaria–, la economía inició su recuperación a mediados de 1932 y logró crecer durante el resto del decenio a 4 % anualmente; es decir, un desempeño mucho mejor que el de la economía estadounidense de esos años. ¿Cómo? El gobierno impulsó una política expansionista que aumentó la inversión pública y promovió la privada. Al mismo tiempo, vino un proceso de sustitución de importaciones. La depreciación del peso volvió más costosas las importaciones y la gente reasignó su gasto hacia productos nacionales, que resultaban más baratos que los importados. Así, el mercado interno se fortaleció, aumentaron los ingresos de las familias e inició un largo periodo de crecimiento económico en el país”.
Enrique Cárdenas Sánchez pregunta: ¿Puede ocurrir algo semejante el día de hoy? Desde luego, responde. De hecho ya está ocurriendo. La depreciación del peso de alrededor de 45 % desde fines de 2014 a la fecha ya está haciendo efecto. De acuerdo con cifras del Inegi, el consumo de bienes y servicios nacionales ha crecido en los últimos dos años a una tasa de alrededor de 3.6 % anual, mientras que el consumo de bienes importados apenas ha crecido a una tasa de 1.8 % en el mismo lapso. En cuanto a inversión a maquinaria y equipo, la de origen nacional está creciendo a 8.7 % al año, mientras que la de origen importado está prácticamente estancada. La gente ya redirige su consumo y, en lo que se puede su inversión, hacia bienes nacionales por ser más baratos. Si a este impacto en la demanda agregamos una recuperación del salario, como se acordó a fines del año pasado, y se busca crear las sinergias de la inversión pública con la inversión privada para aumentar su productividad –como ya ha ocurrido antes–, tendremos una fuente importante de crecimiento económico y bienestar. Si además continua vigente el TLCAN y la economía estadounidense logra crecer más en el futuro (si es que sucede la expansión de su inversión que Trump promete) tendremos también un sector externo dinámico que complementará la expansión del mercado interno.
El experto en economía termina así: No es un sueño guajiro; puede ser una realidad. Necesitamos montarnos sobre la ola de la depreciación del peso que nos empuja hacia el consumo y la inversión nacional y, desde ahí, impulsar la inversión y el poder adquisitivo del salario para consolidar el mercado interno.
¿Qué podemos decir al experto? Que estamos totalmente de acuerdo y que lamentamos el hecho de que el actual gobierno no lo vea así y haga, por lo menos en lo que respecta a los salarios, todo lo contrario.
DESDE EL CENTRO
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la SAGARPA enfatizó que el incremento de la producción es la única vía para hacer efectivo ese derecho de todos los mexicanos y no olvidó mencionar que el sector ha crecido como nunca y que genera divisas por más de 30 mil millones de pesos. Sin embargo, esa postura choca con las constantes manifestaciones en el país y la toma o bloqueo repetitivo que sufre la sede de esa dependencia en la Ciudad de México por grupos campesinos que se quejan de la falta de apoyos precisamente para producir… El Secretario General de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, propuso al Gobierno Federal instrumentar un plan “B” con la creciente amenaza de Estados Unidos de abandonar el TLCAN, el cual podría estar sustentado en el fortalecimiento del mercado interno y la producción agrícola de los pequeños y medianos productores mexicanos. El Gobierno mexicano no ha entendido que el modelo globalizador ya se agotó y que algunos países de Europa y ahora China ven un esquema de crecimiento económico compartido…Marichuy, la candidata independiente del sector indígena a la Presidencia de la República, comenzó recorridos por el sureste del país, en los municipios autónomos de Chiapas, y muestra que es la única en su categoría con base social, por eso se gana desde ahora el apoyo de intelectuales comprometidos con México y de una población empobrecida cada vez más.