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Para el cineasta regiomontano Luis R. Garza, el punto de partida para hacer una película es la tríada formada por un realizador, una cámara y un actor o una actriz, porque se inclina por trabajar a la inversa de lo que es común en la industria: primero ve qué se puede producir y después cuenta una historia con esos recursos.
Así fue como se creó Marino y Esmeralda (2020), su más reciente cinta, filmada en blanco y negro, en variados formatos originales (16 mm, super-8, 135 y 120 fijo), y que hilvana una historia a través de su personaje femenino como objeto fotografiado por un joven, en una sucesión de imágenes asociadas a la voz de un narrador no completamente identificable.
“Me parece interesante y divertidísimo el poder contar una historia escribiendo con las imágenes, pero también escribiendo con la banda sonora: son dos formatos de historia que se complementan uno al otro simultáneamente”, comentó el exalumno de la Universidad de Monterrey.
El largometraje de 75 minutos, de Luis Rodrigo Garza Fernández, es parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Monterrey, que se desarrolló del 13 al 20 de agosto, por primera vez en un formato virtual, debido a la contingencia sanitaria.
En este festival, la noche del pasado miércoles 19 de agosto, Marino y Esmeralda obtuvo el Cabrito de Plata al Mejor Largometraje de Nuevo León y una Mención del Jurado a Largometraje Mexicano de Ficción.
“Es un acontecimiento muy feliz tener la oportunidad, el privilegio, de haber hecho una película, de entrada, y la oportunidad de que pueda ser exhibida como parte de la programación del FIC, algo que yo no sabía si algún día iba a poder”, expresó Garza Fernández sobre su primera participación como creador en este festival.
Anteriormente, el exalumno de la Licenciatura en Ciencias de la Información y Comunicación, egresado en 2002, no pudo ser parte de la programación porque él se desempeñó como programador del FIC Monterrey, en el periodo de 2005 a 2013.
El FIC de Monterrey también distinguió como Mejor Cortometraje de Nuevo León la película Güelito, de Emilio Guerra, realizado como un Proyecto de Evaluación Final para graduarse de la Licenciatura en Producción Cinematográfica Digital de la UDEM.
Marino y Esmeralda es la historia de un joven estudiante foráneo de cine que conoce a una estudiante y artista plástica, en quien encuentra la musa que siempre quiso para sus cámaras; aunque, ingenuo, descubre poco a poco la personalidad de Esmeralda y la de él mismo, quien pronto quiere ser lo que ella es para él: su “muso”.
Lo primero que hizo Luis R. Garza para este largometraje –que además produjo, escribió, fotografió, editó y musicalizó, aparte de ser la voz del narrador– fueron las tomas con la actriz Stéphanie Rose, con una idea sobre cómo se iba a ver el producto, qué textura y qué emociones iba a tener… pero todavía sin tener la historia.
De hecho, la película se reveló y se editó cuando aún no estaba escrita, “ni una sola palabra, ni el título”, reveló el comunicólogo, porque quiso entrar al proceso por las formas y no por el fondo.
Redacción / El Portal de Monterrey