domingo , abril 28 2024

Sugiere Lipovetsky invertir en la “inteligencia del espíritu”

Cultura /

“Para afrontar los retos del futuro hay que construir un mundo, donde se dé prioridad a cultivar la inteligencia del espíritu y la formación de los hombres”, manifestó el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky en su conferencia La hipermodernidad y los retos del futuro, que ofreció hoy en el arranque del programa Diálogos filosóficos sobre arte y cultura, transmitida por CONARTE a través de Facebook Live.

“Para combatir la espiral del consumo que vivimos, y que nos está causando infinidad de problemas, que afectan nuestro planeta y existencia, debemos invertir en educación y trabajar para desarrollar una educación global ambiciosa, que les dé a los jóvenes la capacidad de adaptarse a un universo de la inteligencia, y de cambio perpetuo”, expresó el notable intelectual.

Está convencido, agregó el pensador, que las nuevas tecnologías no pasarán, y tampoco serán la respuesta a todos nuestros problemas, pues nada podrá remplazar la presencia de un profesor.

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“Tenemos necesidad de profesores y una visión educativa que vaya más allá de la formación profesional”, indicó.

El Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León organizó los Diálogos filosóficos sobre arte y cultura, por la vital necesidad en los difíciles tiempos de cambio que vivimos, de reflexionar desde la filosofía, el arte y la cultura, en la construcción de imaginarios que nos permitan habitar este mundo.

La presentación de Gilles Lipovetsky estuvo a cargo de Alejandro Rodríguez, Director de Desarrollo y Patrimonio Cultural de CONARTE.

Los ciudadanos del futuro

“Tenemos necesidad de una educación que forme al hombre y al futuro ciudadano y podemos comenzar en este siglo 21 dándole un lugar predominante a la cultura y el arte en la educación. Creo también que no podemos llegar a un planeta deseable, sino invertimos en tecnología”, manifestó Lipovetsky.

“Pero debemos pensar que el hombre no es simplemente un productor y consumidor, es un ser de sentidos, y ese sentido es la cultura y arte que le permite desarrollar. Tenemos necesidad, no simplemente de un crecimiento ecológico y economía ecología, necesitamos de una ecología del espíritu, de la existencia, y esta ecología de la existencia pasa por la formación, por la trasmisión del saber que implica la literatura, la historia, la cultura en general, y que forma el espíritu crítico.

“No hay que renunciar a esta exigencia que permite al hombre desarrollar el espíritu crítico, y revalorizar la presencia artística en los ciclos escolares. Hay disciplinas artísticas en la educación, pero es una actividad secundaria, y esto es lo que no funciona”, señaló.

Porque hoy los hombres en la época del hiperindividualismo, quieren afirmase, mencionó.

“Hay la exigencia de desarrollarse, de expresarse y es la razón por la cual hay tantas solicitudes de los trabajos artísticos, de las prácticas artísticas, por ejemplo, la pintura, el video, fotografía, la música, el baile, el teatro, están hoy en pleno desarrollo.

“Cuando amamos el arte, cuando nos gusta bailar, pintar, escribir obras, el gusto del consumo es menos importante y la escuela tiene como rol principal dotar a las personas de herramientas que les permiten encontrar en la vida otras cosas, y vivir una vida plenamente humana”, dijo.

Gilles Lipovetsky (París, 24 de septiembre de 1944)

Es un filósofo y sociólogo francés. En sus principales obras (en particular, La era del vacío) analiza lo que se ha considerado la sociedad posmoderna, con temas recurrentes como el narcisismo apático, el consumismo, el hiperindividualismo psicologista, la deserción de los valores tradicionales, la hipermodernidad, la cultura de masas y su indiferencia, la abolición de lo trágico, el hedonismo instanteneista, la pérdida de la conciencia histórica y el descrédito del futuro, la moda y lo efímero, los mass media, el culto al ocio, la cultura como mercancía, el ecologismo como disfraz y pose social, entre otras.

Lipovetsky nació en Millau en 1944. Su padre era emigrante judío ruso y su madre francesa católica oriunda de Niza. Fue alumno del liceo Michelet durante la década de 1960. Participó en las protestas juveniles de 1968 en París. Estudió filosofía en la Universidad de Grenoble, en la que se adhirió al grupo Socialisme ou barbarie de Cornelius Castoriadis, hasta que otro profesor, Claude Lefort, le descubrió a Alexis de Tocqueville.

Es profesor agregado de filosofía y miembro del Consejo de Análisis de la Sociedad y consultor de la asociación Progrès du Management. Enseña en la Universidad de Grenoble.

Con el éxito de su primer libro, L’ère du vide (La era del vacío), publicado en 1983, se dio a conocer internacionalmente y se convirtió en uno de los intelectuales franceses más importantes de finales del siglo 20.

Redacción / El Portal de Monterrey

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