Desarrollo Sustentable /
Cada 8 de junio, la humanidad celebra a los Océanos, recurso natural que de acuerdo con la UNAM, alberga entre 150 mil y 10 millones de especies, además de ser generador de trabajo.
Debido a su gran riqueza, estos cuerpos de agua son fuente de alimento para más de mil millones de personas en el mundo, y se estima que para 2030, producirán aproximadamente 40 millones de trabajos en diferentes sectores.
Desafortunadamente, no todo es positivo, pues la humanidad está extrayendo más del océano de lo que se puede restablecer. La FAO estima que en el mundo se consumen más de 100 millones de toneladas de pescado al año, lo que proporciona a aproximadamente 2,500 millones de personas por lo menos el 20% de su ingesta de proteína animal.
A pesar de no encontrarse entre las industrias alimenticias más contaminantes, queda un gran esfuerzo en la pesca por hacer, existiendo muchas alternativas para generar un menor impacto y lograr la sostenibilidad de esta práctica, además de ayudar en la conservación del planeta. En el estudio Impactos del cambio climático en la pesca y la acuicultura realizado por la FAO se sugieren algunos cambios que ayudarían a reducir el impacto de esta práctica. Veolia, compañía de soluciones medioambientales referente en la gestión de agua, residuos y energía para ciudades e industrias, comparte algunas prácticas para juntos transformar el planeta:
- Uso de motores eficientes y hélices más grandes: en la pesca de captura con esta práctica se podría conseguir la reducción de emisiones entre el 10 y el 30 por ciento.
- Empleo de artes de pesca: al usar redes de cerco con jareta o redes de arrastre en pareja se reducirían las emisiones de GEI. Al usar materiales más ligeros, de alta resistencia y mayas de tamaños mayores se puede incrementar la eficiencia del combustible y reducir la intensidad de carbono.
- Utilizar diodos electroluminiscentes (LED): al usar este tipo de iluminación, se atrae a los peces con mayor facilidad, lo que implica un menor tiempo de navegación.
- Aumento de la producción acuícola de especies herbívoras: esto puede proporcionar alimentos nutritivos con una huella de carbono menor, el cultivo de mariscos como ostras y mejillones es, además de un buen negocio, una manera de contribuir a la limpieza de las aguas litorales.
Implementado estas acciones a la realización de esta actividad, se puede generar un impacto positivo en la trasformación del planeta, el cual, se debe considerar como un trabajo de todos los actores de la sociedad; por ejemplo, para las personas que no se dedican a la pesca, el no arrojar desechos a los mares, ríos y océanos, es una labor de primera urgencia.
De acuerdo con un estudio de la ONU, 220 especies marinas ingieren microplásticos en condiciones naturales, intoxicando la alimentación de miles de personas. Conscientes de esto y con el objetivo de sumar esfuerzos desde su trinchera, Veolia junto con otras empresas de diferentes partes del mundo, lanzaron en 2020 la AEPW (Alianza para el Término de los Residuos Plásticos, por sus siglas en inglés), alianza para desarrollar e implementar soluciones avanzadas para la eliminación de plástico en el medioambiente, especialmente en los océanos.
A través de esta alianza sin fines de lucro, se están destinando más de 1,000 millones de dólares a este objetivo, con la meta de invertir 1,500 millones de dólares en los próximos cinco años, y se desarrollarán e implementarán soluciones que minimicen los residuos plásticos y promuevan destinos sostenibles para plásticos usados, generando una economía circular en torno a esos residuos.
Sabiendo que aún queda mucho por hacer, a través de pequeñas acciones en conjunto, se lograrán grandes cambios, asegurando un futuro más saludable y seguro para todos.
Redacción / El Portal de Monterrey