Editorial /
A raíz del ataque de Coronavirus en México, la educación en todos niveles, en particular de pre-escolar, primaria y secundaria –juntos son el mayor segmento por número de estudiantes—sufre un lamentable rezago muy difícil de recuperar sin un plan estratégico y un modelo diferente que permita mantener condiciones sanitarias seguras y avanzar en metodologías de enseñanza efectivas, dentro de un marco restringido y combinado de clases presenciales y a distancia, a partir del 30 de agosto del presente año, cuando se inicia el próximo ciclo escolar.
Es necesario que el gobierno federal tenga presente que está en una carrera contra el tiempo, respecto del sistema de vacunación para proteger a los mexicanos del Covid 19, de ahora hasta el mes de noviembre. De acuerdo con opiniones de investigadores sobre comportamiento del virus, prolifera en invierno, además de que, en esta etapa, se favorecen contagios por condiciones de confinamiento de la población, sobre todo que se menciona una “tercera ola de la pandemia”.
El proceso de desarrollo del sistema educativo nacional, sufrió cambios radicales que obligaron al gobierno a suspender las clases presenciales y cerrar definitivamente los planteles, debido a la multiplicación de contagios por coronavirus.
A cambio de ello, se optó por clases en línea o a distancia, sin una estructura definida y con deficiencias de comunicación entre autoridades, maestros y padres de familia, quienes carecen de equipos electrónicos o computacionales. Este esquema complicó el panorama de la educación básica en México entero, frente a condiciones de falta de empleo y de ingresos de los padres.
El gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, olvidó que a las familias de escasos recursos económicos y con un desempleo creciente, había que apoyarlas para la adquisición de computadoras y teléfonos celulares. Esta propuesta no fue ni mencionada.
Al exsecretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, que había ocupado varios puestos anteriormente en el gobierno federal con un desempeño inconsistente, preocupaba más incorporarse a la diplomacia, que enfrentar un problema de grandes dimensiones, como es la educación básica de todo un país. Finalmente encontró comodidad como embajador de México en Estados Unidos.
La sustituta de Esteban Moctezuma en la SEP. Delina Gómez Álvarez, ex activista originaria de Texcoco, sin más estudios que haber cursado la Normal de Maestros, siempre dócil a las indicaciones equivocadas emanadas de Palacio Nacional. ¿Cuántos niños habrán de contagiarse del virus por estar eternamente sumisa ante el presidente?
De acuerdo con un estudio del INEGI, sobre estadísticas relacionadas con la pandemia de Coronavirus en México, específico de la escolaridad nacional, 33.6 millones de personas, entre 3 y 29 años, estuvieron inscritas en el ciclo escolar 2019 – 2020 (62.0% del total). De ellas, 740 mil (2.2%) no concluyeron el ciclo escolar; 58.9% por alguna razón asociada a COVID-19, y 8.9% por falta de recursos.
Señala que para el ciclo escolar 2020-2021, se inscribieron 32.9 millones (60.6% de la población de 3 a 29 años). Por motivos asociados a COVID-19 o por falta de recursos, no se inscribieron 5.2 millones de personas (9.6% del total) al ciclo escolar respectivo.
Sobre los motivos asociados a la COVID-19 para no inscribirse en el ciclo escolar vigente (2020-2021) 26.6% considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; 25.3% señala que algunos de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo y sin dinero, 21.9% carece de computadora u otros dispositivos o conexión de internet.
Por: Pascacio Taboada Cortina y Jorge Martínez Cedillo / El Portal de Monterrey
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