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Para alimentar a los cerca de 10 mil millones de habitantes que habitaremos el mundo en 2050, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), apunta que se tendrá que aumentar la producción de alimentos en al menos un 60% para cubrir la demanda en el suministro de proteína animal para la población.
En ese sentido, la industria de alimentos balanceados para animales se posiciona como un importante eslabón de la cadena para garantizar el abasto y sobre todo la calidad, seguridad e inocuidad de los alimentos de origen animal que se deberán consumir. Sin embargo, alrededor de esta industria existen algunos mitos en torno a su producción.
Escasez global de ingredientes. Esta situación no implica que los insumos empleados como granos forrajeros, oleaginosas, vitamínicos o minerales, se omitan ni se reemplacen por otros de menor calidad. Este reto ha logrado resolverse con la aplicación de tecnologías científicas para mejorar las conversiones alimenticias, es decir, hacer más con menos. De tal manera que se logre atender la demanda de proteína animal apetecible, inocua, nutritiva y sobre todo asequible, para abastecer los hogares mexicanos.
Buenas prácticas de manufactura. En general se desconocen las prácticas empleadas en las fábricas de producción, lo que puede generar mitos alrededor de la sustentabilidad de la industria; sin embargo, siguiente las recomendaciones de la FAO usan tanto equipos como contenedores diseñados de forma que su funcionamiento, mantenimiento y limpieza sean fáciles y reduzcan riesgos de contaminación. La industria trabaja en la preservación de tierras y aguas para disminuir la generación de gases de efecto invernadero.
Uso de fármacos. Hoy industria de alimentos balanceados, productores de carne y veterinarios trabajan en estrecha colaboración para diseñar e implementar programas integrales de salud animal que tomen en cuenta factores como la calidad en la nutrición, bioseguridad, así como la prevención y tratamiento de enfermedades.
Los antibióticos son una alternativa de importancia crítica que se utilizan para garantizar la salud y bienestar de los animales, así como la seguridad en el suministro de alimentos; por lo tanto, su uso se basa utilizando los conceptos de One Health de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala una administración responsable, bajo estricta supervisión médica y con productos que cumplan con los requisitos de calidad autorizados por los órganos reguladores.
“La creciente demanda en proteína de origen animal subraya la importancia de nuestra industria en el país y ha derivado en un mayor compromiso por parte de todos los involucrados para proteger tanto la salud como el bienestar de las especies productivas, actualmente, somos el quinto país productor de alimentos balanceados para animales, con más de 37 millones de toneladas producidas al año”, comentó Genaro Bernal, Director General del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Nutrición Animal (CONAFAB).
El directivo enfatiza que un gran compromiso en el sector, es ir de la mano de autoridades y especialistas, para continuar en la búsqueda de traer las prácticas más innovadoras a las más de 517 plantas productoras en México, para poder desarrollar productos de alta calidad que sufraguen el reto de la suficiencia alimentaria del país.
La innovación y la seguridad deberán ir de la mano de una mayor productividad, lo que convertirá a la división de nutrición animal, como una de las más grandes y sostenibles a nivel mundial.
Redacción / El Portal de Monterrey