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Como socio dual en la cooperación internacional para el desarrollo, México es líder entre países pares y puente entre países donantes y países receptores, que tan solo en 2017 otorgó 317.6 millones de dólares, según Fabiola Soto Narváez.
La directora de Planeación de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) ofreció la conferencia Rasgos y tendencias de la cooperación internacional de México, en días pasados de forma virtual.
La charla fue la primera del ciclo Diálogos sobre Cooperación Internacional y Resolución de Conflictos, organizado por Posgrados en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey.
En su exposición, Soto Narváez detalló que la mayor contribución en ese año fue a organismos internacionales, con un 88.08 % del total; mientras que el resto lo distribuyó en otros rubros, como becas a estudiantes extranjeros, el 6.79 %; cooperación técnica (especialmente, capacitación), el 4.57 %; ayuda humanitaria (para situaciones de emergencia o catástrofe), el 0.45 %; y cooperación financiera (proyectos de infraestructura), el 0.11 %.
La especialista definió la cooperación internacional como el esfuerzo conjunto de gobiernos, apoyado por organismos internacionales, sociedad civil, academia y sector privado para promover acciones que contribuyan al desarrollo sostenible y a mejorar la calidad de vida de la población mundial.
“Es un instrumento de ‘poder blando’, que habla de la influencia que tienen los países, desde una perspectiva de solidaridad y de apoyo mutuo entre las naciones”, expuso.
La ponente aclaró que México evita el asistencialismo, porque le gusta trabajar desde una visión de conocimientos compartidos, de costos y beneficios compartidos de una manera transparente.
“Este ‘poder suave’ del que hablamos es una influencia mucho más amigable, con el que nosotros podemos llegar a todos los países a través de la pintura, del conocimiento, de nuestras prácticas”, estableció.
Soto Narváez explicó que, frente a los países donantes tradicionales (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido o España), México se ha posicionado como un nuevo “oferente” de cooperación, junto con Brasil, Chile, Sudáfrica, China e India.
México es donante de cooperación sur-sur y aún receptor de cooperación, líder entre países ‒particularmente en América Latina‒ y vocero de necesidades y responsabilidades de otros cooperantes duales y países de “renta media”, que reciben menos cooperación por su nivel de desarrollo.
“México ha sido, desde siempre, un gran actor en la diplomacia; hemos tenido grandes diplomáticos que han incidido de forma muy importante en la política exterior”, expresó.
Agregó que el país es oferente de cooperación sur-sur en esquemas bilateral, regional y triangular (en asociación con otro país oferente para beneficiar a un tercer país), mientras que, como país de “renta media”, es receptor de cooperación técnica, académica y financiera de otros países y organismos multilaterales.
De acuerdo con la funcionaria federal, la implementación de la cooperación internacional mexicana para el desarrollo se basa en 80 acuerdos generales, 42 programas vigentes y 517 proyectos.
La AMEXCID es miembro “con voz pero sin voto” del Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 (cuyos aportes están alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas) y sus subcomités.
Redacción / El Portal de Monterrey