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En un esfuerzo por generar conocimiento a partir de investigaciones de profesores y profesoras ‒como registros para restauración de edificios antiguos y estudios topográficos o urbanos‒, a la vez que prestar un servicio a la comunidad, la Escuela de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la Universidad de Monterrey reforzó su tecnología educativa.
La planta docente de la UDEM podrá apoyarse en un dron a fin de desarrollar proyectos y reforzar el proceso de enseñanza, para lo cual fueron capacitados, durante el mes de marzo, las y los primeros 15 profesores y Daniela Frogheri, directora de la Escuela de Arquitectura.
El equipo que se adquirió es el modelo Phantom 4 RTK y consta de los controles de sobrevuelo, una estación de geolocalización y un software especializado para el uso y manejo de las imágenes.
De acuerdo con Ana Cristina García Luna Romero, profesora de la Escuela de Arquitectura y Ciencias del Hábitat, el dron ofrece una oportunidad para impulsar a los profesores a capacitarse en tecnologías, ya que, actualmente, en México, es excepcional cuando una Universidad tiene un equipo de este tipo.
“Creo que aquí se demuestra uno de los valores agregados de estudiar en la UDEM, que se tiene acceso a este tipo de equipos, y que es un antes y un después en la formación de los alumnos”, estableció.
Rafael Amado García Cruz, profesor de Arquitectura, indicó que una de las áreas en que el Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño podría utilizar el dron es en hacer levantamientos del interior de edificios: el dron sobrevuela los espacios interiores para hacer recorridos virtuales, para conocer los espacios, rediseñarlos o intervenirlos.
“Hay otra área que lo está usando ahora mucho, que es la de restauración: hay edificios que están en mal estado y que luego no es muy fácil acceder porque están ya rotas escaleras, losas, etcétera; entonces, se mete el dron a volar en el interior del edificio, hace todo el levantamiento y después se hace un proyecto de restauración de inmuebles históricos”, explicó.
La mayor utilidad, sin embargo, es para realizar levantamientos de imágenes de terrenos o zonas en los que se puedan desarrollar proyectos, que pueden ser levantamientos topográficos, de medidas, de vialidades y de presencia de vegetación, entre otros.
“Otra rama de investigación puede ser los estudios urbanos; de hecho, hay varios profesores urbanistas interesados para poder hacer levantamientos de mayor escala: de todo un barrio o un sector de una colonia, y poder mapear la densidad de edificación, la presencia de áreas verdes, el funcionamiento de vialidades, etcétera”, expuso.
Además, se pueden generar modelos tridimensionales de zonas ya construidas, esto es, se puede hacer un mapeo de puntos a partir de las fotografías que registra el dron; posteriormente, un software empalma esas imágenes y genera un modelo 3D de ese entorno.
“Entonces, nos permite hacer simulaciones de viento, de soleamiento, de la ubicación de nuevos proyectos, etcétera (…) después de generar ese tipo de mapeos, se emprende un análisis a través de las investigaciones”, apuntó.
El dron también podría beneficiar proyectos locales de empresas o de la comunidad, bajo contrato de servicios.
García Luna Romero puso como ejemplo los casos de desastres naturales, en el que este tipo de tecnología aérea no tripulada puede realizar rastreos en determinadas zonas inaccesibles o de riesgo para seres humanos.
García Cruz destacó que esta tendencia de evolución al mundo digital ‒como la tecnología remota del dron‒ permite tener modelos mucho más precisos y exactos, que analizan, estudian e intervienen en las ciudades de una mejor manera, lo que además impacta en el proceso de enseñanza.
Redacción | El Portal de Monterrey