Desarrollo Sustentable |
La presión que ejercen inversionistas y sociedad ‒a través de organismos e instituciones educativas‒ sobre las empresas en México compensa la escasez de políticas públicas en torno a la adopción de acciones de sostenibilidad, de acuerdo con Jessica Jiménez, asesora en temas de sostenibilidad corporativa.
“El hecho de que el inversionista presione a la empresa, el hecho de que la sociedad presionemos a las empresas, a falta de estas políticas públicas en muchos temas, ya está habiendo una presión muy importante para que estas empresas tomen acciones y decisiones (en temas de sostenibilidad)”, afirmó.
La consejera del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en México ofreció la conferencia Objetivos de Desarrollo Sostenible y su impacto en la década de la acción, dentro del programa del 5.o Simposio de Aprendizaje en el Servicio Universitario en México.
El encuentro se desarrolló en formato híbrido durante este miércoles, en la Sala del Claustro Universitario de la Universidad de Monterrey, con la asistencia de profesoras y profesores de diferentes universidades.
“Está bien que la responsabilidad social sea algo voluntario, pero a veces no avanza tan rápido como quisiéramos”, reconoció Jiménez.
La consultora destacó la importancia de que los gobiernos impulsen políticas públicas relacionadas a la sostenibilidad en las empresas, “es uno de los retos más importantes que tenemos”; incluso, es necesario que las empresas, la sociedad y las instituciones participen en esta generación de políticas públicas.
La también coordinadora del Organismo de Verificación de Gases de Efecto Invernadero (OCVGEI) ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) señaló que en México se está produciendo una “gran presión social sobre las empresas”, a falta de que muchos temas sobre sostenibilidad sean regulados.
Durante su exposición, Jiménez afirmó que la sostenibilidad debe gestionarse de forma equitativa desde los tres ámbitos: ambiental, social y de gobierno corporativo.
Además, enfatizó que los temas de la agenda global, como el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible o la crisis sanitaria, entre otros, tienen que estar en la estrategia y en los presupuestos anuales de las compañías para gestionar los riesgos asociados.
Jiménez subrayó la necesidad de hacer notar que el alcance de las organizaciones “va mucho más allá de sus instalaciones u operaciones físicas”, sino que debe considerarse el entorno, porque “es importante identificar y considerar impactos”.
La ponente estableció que no solo las empresas están obligadas a contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, sino también la sociedad civil ‒a través de OSC e instituciones educativas‒, los gobiernos ‒a través de políticas públicas y metas nacionales de desarrollo‒ y las personas, con sus acciones cotidianas y sus decisiones de compra.
El resto del programa del Simposio estuvo integrado por la conferencia Aprendizaje en el Servicio como medio para alinear la educación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a cargo de Leticia López Villarreal, directora del Centro para la Solidaridad y la Filantropía; los paneles Respuesta ante los retos de las modalidades híbridas y presenciales del Aprendizaje en el Servicio pospandemia, moderado por Luis Portales, profesor de la Escuela de Economía; y El aprendizaje en el servicio y la vida profesional. ¿Una metodología necesaria?, moderado por Adris Díaz, profesora de la Facultad de Educación y Humanidades.
Además, se realizaron ponencias para compartir experiencias en el tema, con la participación de Eduardo Rocha, Beatriz Gómez, Blanca Camargo y Áyax Santos Guevara, profesores de la UDEM; así como la entrega del Premio Universitate, Reconocimiento Global a experiencias de Aprendizaje en el Servicio.
Redacción | El Portal de Monterrey