domingo , abril 28 2024

Trata en Monterrey; Colosio queda a deber

Editorial |

Once Varas | Por: Obed Campos

El encabezado del reportaje es lapidario: “Trata de personas para explotación sexual, el delito que no se persigue en Nuevo León”.

El documento, elaborado por el Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers, fue publicado por elefanteblanco.mx, que encabeza Carlos Manuel Juárez la semana pasada, y con su permiso lo replicamos en scriptamty.

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La Secretaria de Gobernación federal explica que “La Trata de Personas es un delito que tiene como finalidad la explotación de la persona en diversas actividades, una de ellas es la sexual. La historia de este delito es amplia y se remonta a la comercialización de mujeres africanas e indígenas como mano de obra, servidumbre y como objetos de satisfacción sexual; sin embargo, el término de Trata de Blancas se generó a partir de las guerras mundiales, en donde mujeres europeas de piel blanca eran captadas y transportadas a otros países e incluso otros continentes, siendo vendidas como concubinas y servidoras sexuales en redes de prostitución”.

Y agrega: “…Los tratantes comenzaron a comercializar no solo a mujeres blancas, si no a cualquier mujer, niña, niño y adolescente para cubrir con la demanda de sus consumidores. Es por ello que el término Trata de Blancas fue descartado al no visibilizar el problema que genera este delito y fue remplazado por Trata de Personas con fines de explotación sexual o bien laboral”.

Pues le tengo noticias: no se trata de un tema lejano y ajeno, no, la trata de personas nos pega y nos afecta a los regiomontanos y a los nuevoleoneses, tanto como al resto de los habitantes del país.

Que nos queramos hacer los locos es otra cosa, tal como el alcalde Luis Donaldo Colosio, quien mantiene la más sucia de las ciudades, la más descompuesta en pavimentos y servicios, la más insegura y cuyas calles son controladas por delincuentes organizados quienes, aparte de la venta de droga, controlan también el tráfico humano y la prostitución.

Al leer el reportaje uno se pregunta dónde está el alcalde, que tanto presumió su apertura y su modernidad en temas como este.

Y los que conocemos a Colosio sabemos dónde anda: En La Babia o sea su placentero rancho de Linares, que ha dado acogida a personajes de la más alta alcurnia…

Las calles de Monterrey pueden esperar, según el munícipe, que tanto prometió y tanto queda a deber, mientras se visualiza como inquilino de sus sueños húmedos, de Palacio Nacional.

@obedc[email protected]

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