El Portal de Monterrey
Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Después de San Nicolás, en Nuevo León el Partido Acción Nacional tuvo un aguerrido bastión en el municipio de Guadalupe, tan fuerte o más que el que existía en San Pedro, pero, con la corrupción y el culto a la personalidad que festejaban los liderazgos caciquiles entre los herederos de Gómez Morín…
Hoy por hoy, igual que en casi todo el estado el PAN es polvo de aquellos lodos y de los nombres de los legendarios líderes de otros años, solo quedaron eso: las leyendas y el fétido olor a traiciones.
Ahí tiene el caso usted del “hermano” Pedro Garza, quien, llorando como siempre con la leyenda de que “le robaron la alcaldía” ha puesto una franquicia de la que ha sacado muchas ganancias aunque poco a poco ya son menos los que se la creen, aunque la que pierde, como siempre, es la militancia real y honesta del partido.
Los que se saben la historia me dicen que fueron metidas de pata de las llamadas “pifias” de sus abogados cometidas en los procesos en los tribunales electorales los que le dieron la derrota a Pedro en las pasadas elecciones. Hay sospechas de que fue autosabotaje.
Pero Pedro Garza a Dios rogando y con el mazo dando, apuesta a la desmemoria de los guadalupenses y me cuentan que ahora va de nuevo… Si es que no se le antoja al otro fracasado, Alfonso Robledo, que le den a él la candidatura por el PAN.
(Aunque me cuentan que Poncho ya tiene amarres con Morena, como su “Plan B”).
Pero el solo mencionar estos dos nombres en las reuniones del panismo en Guadalupe pone a más de cuatro con los pelos y los nervios de punta, porque ya los conocen… y muy bien.
SANTA CATARINA: GUERRA, MENTIRAS Y VIDEO
Y del otro lado de la ciudad, cuentan que Jesús Nava Rivera, “Tofito” anda muy preocupado porque su esposa, Paola Edith García Yves, fue la que dio la orden de elaborar un video en el que se ataca con todo a la familia Pérez y que circuló en redes sociales.
Es que me cuentan que entre Chuy “Tofito” y los Pérez había un acuerdo de no meter a las familias, esposas e hijos en la guerra, pero con la balconeada que le dieron a la primera dama y su carísimo outfit, pues…
Lo que se viene es una guerra sucia, cochina marrana cuina (somo si hubiera alguna guerra limpia) que no respetará querencias de nadie, ni del alcalde ni de Iván Medrano Téllez y sus tendederos de ropas íntimas.
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