El Portal de Monterrey
Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
El perfumadito alcalde de San Pedro Garza García, Miguel Treviño de Hoyos, no lo acepta en público, pero él es quien tiene el mando directo en la policía del municipio y por eso no deja que Jorge Ron Cárdenas, ex director del C4, opere.
Desde mediados de julio del año pasado, Ron Cárdenas sustituyó a Gerardo Escamilla Vargas, quien dejó la Secretaría de Seguridad municipal, porque lo invitaron a tomar el cargo de Comisario de General de Fuerza Civil en el estado.
Esa es la razón del fracaso rotundo de la seguridad sampetrina.
La ejecución de un hombre a plena luz del día en el estacionamiento del centro comercial donde se encuentra la tienda Costco en Valle Oriente, es la muestra del fiasco de la política de Treviño de Hoyos.
El atentado se registró a plena a las 16:30 horas, en el ese estacionamiento ubicado en avenida Lázaro Cárdenas y Pedro R. Vázquez, ante la mirada de muchas familias.
Lo que siguió fue un evento terrorífico. Las puertas de las tiendas se cerraron con la clientela adentro y se pidió a los compradores desalojar en unos momentos más. No alcanzaron a cubrir al muerto.
Fue todo.
Porque como siempre, llegaron “los astronautas”, es decir, los elementos vestidos en overoles blancos y con caretas que recogen evidencias, tras una nube de agentes ministeriales.
Se levantaron actas y protocolos y a las pocas horas, después de que se llevaron el cadáver, las tiendas reabrieron sus puertas y todo volvió a la normalidad.
Ya saldrá el alcalde Treviño a decir que todo está fríamente controlado en su municipio y que, gracias a su basta experiencia en el tema, la seguridad y la tranquilidad de la ciudadanía está garantizada… Sin olvidar de la bendición de la familia Junco, dueña de El Norte, de cuya bendición goya irrestrictamente.
Lo que nunca diría, porque no lo aceptará de ningún modo, es que San Pedro no es tierra de nadie, sino tierra de malandros, de todos los niveles.
Desde los bandidos de cuello blanco que amasan fortunas en millones de dólares y ahora sí que “desayunan caviar con champagne” hasta los dealers, que trabajan para peces más gordos en la venta de menudeo de drogas en los antros de moda.
Estos son los verdaderos dueños de vidas y haciendas en San Pedro, no los empedernidos industriales, quienes, o ya se retiraron a vivir en San Antonio, McAllen o Europa y de cuya memoria no quedó ni un corrido.
San Pedro fue por muchos años “la Joya de la Corona” y hoy no es más que la fortaleza del mal…
JUICIO A GARCÍA LUNA: HAY SOQUETE PARA TODOS
Javier Villarreal Hernández, ex Secretario de Finanzas en el sexenio de Humberto Moreira, en Coahuila compareció este lunes en el juicio que se le sigue a Genaro García Luna y denunció, primero, lo que todo el mundo sabe o sospecha: el escandaloso enriquecimiento ilícito del ex Gobernador de Coahuila su ex jefe.
No sé si mencionó al hermano de Humberto, el poderoso priista Rubén Moreira Valdez, pero la salpicada de soquete fue pareja.
El exfuncionario admitió que él se embolsó unos 2.5 millones de dólares y el entonces Gobernador, el “profesor y licenciado” Humberto Moreira, se embuchacó 40 millones de dólares.
Conste que el extesorero fue capturado en 2012 al cruzar la frontera de México con Estados Unidos con 67 mil dólares y una escopeta y fue sujeto a proceso, del cual espera sentencia.
Entre otras perlas, Villarreal Hernández declaró que el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, pagó 25 millones de pesos mensuales al dueño del periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, para que no sacara notas adversas al ahora ex jefe policíaco.
Reveló que desde la administración de Moreira desviaron millones para pagar campañas políticas, comprar medios de comunicación y bienes inmuebles.
García Luna, ha dicho de Villarreal Hernández, trató de vender el mal afamado sistema de espionaje Pegasus a la administración Moreira, entre otras linduras… Cosa que el ex mandatario no aceptó.
Y como el conejito de las pilas, esto sigue y sigue y sigue…
Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey
