Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Según esto se llama Daniel Carrillo Martínez, cobra como alcalde o presidente Municipal de San Nicolás de los Garza, Nuevo León y, como muchos otros políticos, presume que tiene “dos doctorados”.
El primero es un Doctorado en Políticas Públicas por Tec de Monterrey y el segundo uno en Administración por un tal “Consorcio Educativo Warden”, los cuales, sinceramente, fuera de lucir como títulos en el despacho de Carrillo Martínez, le sirven al pueblo de San Nicolás para tres cosas.
Porque, niéguemelo, San Nicolás está peor que nunca.
Muy atrás, muy atrás se quedaron aquellos tiempos en que era “la capital industrial de México” y con gente como Carrillo Martínez, de quien se sabe su única tarea es mantener tibio el sillón ejecutivo de la oficina para un tal Zeferino Salgado Almaguer, el verdadero dueño del poder, poca mejora hay que esperar.
Como le digo, San Nicolás no está sucia, está cochina por donde la vea. El canal de estiaje del Arroyo Topo Chico es una pocilga gigantesca de la que no brotan más que fétidos olores y animales ponzoñosos. Aparte de las manadas de zancudos en esta época de calor.
De los baches en las calles, habría que dedicar un episodio completo de alguna película de terror para automovilistas…
De otros “bisnes” en otras dependencias, luego nos ocuparemos, como Comunicación Social, donde Lucio Eduardo Gallegos López tiene su coto de prestanombres para despistar al enemigo y echarse a la bolsa unos miles de pesos que le paga el sufrido pueblo nicolaíta.
Es con esa feria que Gallegos se da vida de príncipe sin corona ya ve usted que tiene gustos muy caros y anda montado en una carísima bicicleta de montaña, la cual presume en su perfil de Facebook.
Lo peor del caso es que como alcalde Daniel Carrillo Martínez no se da cuenta de lo que todo el mundo ve: su cargo es transitorio y el verdadero dueño del trono como ya dije es Zeferino “Pelo Fino” Salgado, quien ya tiene mucho mucho mucho pegado a la ubre nicolaíta… aunque a estas alturas del partido nadie sabe dónde duerme.
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