Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Mayor ridículo no pudo haber cometido la aun presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Nuevo León, Anabel Alcocer, al colgarse la medalla de ganar poco más de 10 curules en el Congreso de la entidad y llenarse la boca con la declaración: “Nuevo León ya es de izquierda”.
Si Alcocer no movió un solo dedo ni consiguió un solo voto para los ahora electos diputados…
Anabel no representa a nadie ni en el estado ni en el partido y la prueba está en que fue ella la gran ausente en la entrega de las constancias precisamente a los diputados electos.
Y de este tema ya tomaron nota en lo más alto de la cúpula morenista a nivel nacional.
Que conste que Anabel ni aprobó las candidaturas, ni la avalo y no le interesan…
Y peor, esa declaración de que “Nuevo León ya es de izquierda” la patentizó en una rueda de prensa en el que sola, salió a cantar victoria por las curules conquistadas. Y cuando digo que lo hizo sola, es que lo hizo sola… Con el síndrome del “pingüino en el garaje”, diría Sabina.
Hay que reconocer que la bancada del partido de López se reconstruye en el Congreso, tras los destrozos que dejó a su paso Waldo Fernández, el ahora flamante senador electo.
¿Cómo navega en Nuevo León el barco de Morena si la capitana no tiene ni timón ni rumbo?
Es un milagro.
Pero como lo que son casi todos los componentes de esa bancada, una pinta de filibusteros, no hay mucho augurio de que el grupo sobreviva intacto en la próxima legislatura.
Seguiremos informando.
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