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Quizás te preguntes: ¿qué tiene que ver la depresión con una enfermedad que se manifiesta en la piel? La respuesta corta: mucho. La depresión no solo afecta el estado de ánimo, también impacta nuestro sistema inmunológico; ya que al estar deprimido el cuerpo se vuelve más vulnerable, por lo que las defensas se debilitan.
Esto abre la puerta a que virus como el de la varicela-zóster, que permanece “dormido” en el cuerpo tras haber padecido varicela, se reactive en algún momento de la vida, con mayor frecuencia en casos de depresión, desencadenando así la enfermedad del herpes zóster. Esta condición afecta principalmente a personas a partir de los 50 años, pero también es frecuente en personas menores con sistema inmune comprometido.
Estudios han demostrado que las personas con depresión tienen hasta un 30% más de probabilidades de desarrollar herpes zóster en comparación con quienes no la padecen y si además sufren de insomnio (algo muy común en personas deprimidas), el riesgo se multiplica.
¿Cómo afecta el herpes zóster?
El herpes zóster, también conocido como “culebrilla” no es cualquier erupción en la piel. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de vesículas (ampollas) en alguna parte del cuerpo que provocan un dolor nervioso que suele ser intenso, con sensación de ardor o choques eléctricos, e incluso, como si fuera lava recorriendo el cuerpo. Además, este sarpullido característico que puede durar semanas es capaz de dejar secuelas como la neuralgia posherpética, que es la persistencia del dolor por 3 meses o más, e incluso puede mantenerse por años.
“Todo empezó con un dolor intenso en la espalda, acompañado de una comezón insoportable. Tuve que tomar medicamentos fuertes durante cinco días para controlarlo, pero el dolor era tan severo que llegó un punto en el que no podía ni caminar derecho, me tambaleaba hacia un lado. Y como si eso no fuera suficiente, tiempo después desarrollé síndrome de Meige, una enfermedad rara que, según el doctor, estaba afectando mi vista. Me explicó que esto podría haber sido consecuencia del herpes zóster, que probablemente dañó algunas de mis terminaciones nerviosas,” comentó Valentina Lorea, persona que padeció herpes zóster y sus complicaciones.
Depresión: más común de lo que pensamos
En México, 3.6 millones de personas adultas padecen depresión, y muchos casos no son tratados adecuadamente. Apenas el 1.6% toma antidepresivos, lo que significa que la mayoría enfrenta esta condición sin ayuda profesional. Entre los síntomas más comunes están el cansancio, la falta de sueño y el sentimiento de tristeza constante.
Estos factores combinados, no solo afectan la calidad de vida, sino que también incrementan la vulnerabilidad del cuerpo ante enfermedades como el herpes zóster, ya que se encuentran relacionados con un sistema inmune debilitado, que detona otras patologías o mayor vulnerabilidad para contraer o expresar diversos virus o bacterias que afectan la salud y bienestar de las personas.
Cuidar la mente para proteger el cuerpo
Por el simple hecho de envejecer, el sistema inmune se debilita de manera paulatina, y si bien es un proceso natural, la buena noticia es que hay maneras de prevenir el herpes zóster, incluso si vives con depresión.
Para ello, es importante adoptar un estilo de vida basado en el “inmunofitness”, que incluye hacer ejercicio de forma regular, dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada, cuidar la salud mental y recibir todas las vacunas indicadas a lo largo de la vida. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la mejor manera de prevenir el herpes zóster, su dolor debilitante y complicaciones, es la vacunación.
“La inmunización es una de las estrategias más costo-efectivas para hacer frente a enfermedades infecciosas como el herpes zóster, ya que reduce el riesgo de desarrollar esta enfermedad en más del 90% y persiste con una eficacia del 87.7% por lo menos 11 años después de recibir el esquema completo. Mantenerse informado sobre el esquema de vacunación para cada etapa de la vida, sobre todo en la edad adulta, es fundamental para un envejecimiento saludable”, comenta la Dra. Gloria Huerta, gerente médico Sr. de Vacunas en GSK México.
Estar informado y actuar a tiempo puede ayudar a mejorar la calidad de vida y prevenir el riesgo de padecer enfermedades que afecten el bienestar físico y mental. Por ello, es importante consultar a un especialista para tratar la depresión, prevenir el herpes zóster y otras enfermedades.
Redacción | El Portal de Monterrey