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Conoce las 5 mejores prácticas para impulsar la diversidad e inclusión en el entorno laboral

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Por segundo año consecutivo, Pluxee México se posiciona entre las 30 Empresas (+) Incluyentes 2025, un reconocimiento que celebra su compromiso constante por construir espacios laborales donde la diversidad y la inclusión no solo se promueven, sino se viven día a día.

“Este logro representa mucho más que una distinción: es el reflejo de la empresa que somos y de la que aspiramos a ser en el futuro. Un lugar abierto, sin fronteras, donde lo verdaderamente valioso es lo que cada persona puede aportar al equipo, más allá de etiquetas como el género, la edad o las preferencias individuales”, afirmó Manuela Arango, directora de Marketing de Pluxee México.

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Con más de cuatro décadas de experiencia, Pluxee ha trabajado por hacer del entorno laboral un espacio no solo para estar, sino para pertenecer. Como parte de este compromiso, en 2024 lanzó su política global de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), la cual establece y refuerza una cultura diversa, equitativa e inclusiva que apoya tanto a las personas colaboradoras como a los grupos de interés. Esta política se articula a partir de cuatro ejes clave: lograr la equidad de género, fomentar un entorno multigeneracional, apoyar a personas con discapacidades y garantizar la accesibilidad, así como defender los orígenes diversos.

Para dar vida a estos compromisos, la compañía desarrolla anualmente un roadmap transversal con acciones concretas como campañas informativas, talleres, charlas, activaciones presenciales y la conmemoración de fechas relevantes. Todo ello con el objetivo de construir una experiencia inclusiva y sostenible que repercuta positivamente tanto en sus equipos como en las comunidades a las que sirve.

“En Pluxee creemos que la diversidad impulsa la innovación y que la equidad garantiza que cada voz tenga el poder de transformar. Al fomentar ambos valores, no solo crecemos como empresa, sino que somos parte del cambio hacia un futuro más justo, inclusivo y competitivo”, destacó Javier Alduncin.

Si bien el 54% de las empresas en México ya han adoptado políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), el camino hacia una verdadera igualdad de oportunidades sigue presentando retos importantes. De acuerdo con el Estudio de Remuneración 2024 de Page Group, mientras que el 47% de las personas encuestadas percibe un compromiso claro de sus organizaciones con la DEI, un 43% no comparte esa visión, señalando favoritismos o reconociendo mejores prácticas en otras compañías.

Frente a esta brecha de percepción, Pluxee comparte cinco buenas prácticas que han contribuido a consolidar una cultura diversa e incluyente en su entorno laboral, y que pueden servir de inspiración para otras organizaciones comprometidas con transformar sus espacios de trabajo:

1. Construir equipos genuinamente diversos

La inclusión comienza mucho antes de firmar un contrato. Implica desafiar estereotipos y formar equipos en los que las competencias, la experiencia y el potencial sean el verdadero criterio de selección. En Pluxee, se parte de una convicción: el talento no tiene etiquetas.

2. Apostar por la formación continua

La diversidad florece en entornos informados y conscientes. Invertir en capacitaciones sobre equidad, derechos humanos y liderazgo inclusivo no solo sensibiliza: empodera a las personas, transforma mentalidades y fortalece una cultura organizacional más abierta, empática y colaborativa.

3. Promover la apertura y la escucha activa

Escuchar con atención y sin prejuicios, sin importar el cargo, la edad o la trayectoria, permite visibilizar distintas realidades y enriquecer la toma de decisiones. La escucha genuina crea puentes entre perspectivas diversas y fortalece la confianza interna.

4. Cultivar un sentido de comunidad

Más que compartir un lugar de trabajo, se trata de compartir un propósito. Fomentar la conexión entre personas y áreas promueve cohesión, compromiso y resiliencia cultural. Una comunidad sólida impulsa el bienestar, la colaboración y el orgullo de pertenencia.

5. Predicar con el ejemplo desde el liderazgo

La inclusión no es un discurso: es una forma de actuar. Cuando los liderazgos reflejan con hechos que lo que realmente importa es la integridad, el desempeño y la calidad humana, inspiran una transformación auténtica. El cambio empieza arriba, pero se construye entre todos.

Adoptar estas prácticas no solo contribuye a transformar la percepción sobre la diversidad e inclusión en las organizaciones; es una estrategia clave para construir entornos donde cada persona se sienta valorada, representada y con la libertad de aportar su máximo potencial. En un contexto laboral cada vez más consciente y competitivo, promover culturas inclusivas no es solo un imperativo ético, sino una ventaja estratégica que impulsa la innovación, el compromiso del talento y la sostenibilidad del negocio.

Redacción | El Portal de Monterrey

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