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Editorial |
ACÁ EN PREFERENTE | Por: Raymundo Guerra
Toronto podría culminar su travesura contra los Dodgers justo en la noche de brujas, cuando regrese al Roger Centre en busca de coronarse en la Serie Mundial 2025, para terminar con una sequía de más de 30 años sin ser campeones.
Demostrando tener un equipo más equilibrado, los Blue Jays sacaron fuerza de flaqueza y tras perder 6-5 en el Juego 3 (el segundo partido más largo en la historia del Clásico de Otoño con 18 entradas completas) lograron sacar la casta y regresar a casa con ventaja.
La franquicia canadiense tiene ahora las cifras a su favor, pues el ganador del Juego 5 ha podido levantar el Trofeo del Comisionado en 46 de 68 ocasiones, es decir, el 67.6 por ciento de las veces.
Dave Roberts no pudo envalentonar a sus muchachos ni con ajustes en su line up y pareciera que el histórico encuentro de más de 6 horas de juego, adormeció a la ofensiva de Los Ángeles que solo pudo anotar 3 carreras en sus últimos 2 desafíos.
Sin embargo, en el béisbol no hay nada escrito y los Boys in Blue buscarán despertar y luchar por el milagro en Canadá.
A quien sí se le vio hambre de triunfo fue a Trey Yesavage, pues recetó 12 chocolates para un nuevo récord de un lanzador novato en la Serie Mundial. Permitió solo 3 imparables y 1 carrera en 7 entradas completas. Además, a diferencia de los locales, el nobel pelotero sí tuvo el respaldo de sus compañeros a la hora buena.
El dominicano Vladimir Guerrero Jr. conectó su octavo jonrón de esta postemporada y aunque en el Juego 5 no lució mucho a la ofensiva, el cátcher mexicano Alejandro Kirk ya ha hecho historia con sus dos vuelacercas en la Serie Mundial.
Así, Toronto ha demostrado el por qué fue el mejor equipo en promedio colectivo de bateo de la temporada, mientras que la pólvora de los Dodgers parece haberse mojado.
El derecho Kevin Gausman irá al montículo de las responsabilidades por los Azulejos en el Juego 6, mientras que Dodgers enviará a la lomita de nueva cuenta a Yoshinobu Yamamoto.
Prepare su carnita asada en viernes, porque sin duda, se viene una noche de espanto al aburrimiento y todo gracias al Rey de los Deportes.
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