Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Como dicen en mi rancho: “estás viendo y no miras”… El miércoles, en una sucursal del banco BBVA de la colonia Linda Vista, en Guadalupe, el empleado de una empresa dedicada a la limpieza de vehículos que acababa de hacer un cuantioso retiro bancario de 2 millones de pesos en efectivo, fue atracado y al resistirse a entregar la suma del dinero, recibió cinco balazos.
La víctima del atraco murió horas después mientras recibía atención médica.
El delincuente le arrebató una mochila con los 2 millones de pesos, en hechos ocurridos a las 14:13 horas, en el estacionamiento de la Plaza Magnolia, ubicada en la Avenida Miguel Alemán, entre Magna Vista y Vista Tierna… Y escapó muy campante “en ancas” de una motocicleta cuyo conductor ya lo esperaba con la máquina encendida.
No dudo que la mayor parte de los y las motociclistas que circulan a diario por la metrópoli lo hagan con la legítima necesidad de ganarse el sustento trabajando… Y con las mejores intenciones. Pero Monterrey y su área metropolitana tiene años que se “colombianizó” en el sentido de que esas máquinas de dos ruedas, cada vez son más frecuentemente utilizadas para cometer delitos de alto impacto.
Ejecuciones y atracos se cometen todos los días y a la autoridad no se le ha ocurrido ponerle un alto a los delincuentes, otra vez, “colombianizando” la historia.
En aquel país sudamericano la solución, ante el letal problema fue muy simple: se obligó a todos los usuarios de motocicletas, acompañantes incluidos, a usar unos chalecos con el número de serie de las placas de la moto impresas en letras grandes y bien visibles.
La medida funcionó, primero para identificar a los usuarios morosos con deudas de multas y ningún sicario en su sano juicio se atrevió a utilizar una moto con un chaleco que lo identificara.
¿LA HISTORIA COME LAXANTES?
“La historia me absolverá”, dicen que dijo Fidel Castro cuando vio lo facilito que le iba a resultar convertirse en tirano de una isla… Hasta el momento, la tal historia no ha hecho público su veredicto y por lo tanto, no hay que confiar tampoco en que al sátrapa nuestro lo sometan a ningún juicio ni ninguna condena histórica.
Vaya, es más fácil creer que exista el “Día del Juicio Final” que en una suerte de proceso judicial histórico.
Y si no, que alguien me explique a qué letrina acude la historia.
UNA “HUMILDE” CENA
Puse la palabra “austeridad” en el buscador de Google e inmediatamente me lanzó este resultado textual: “La Austeridad Republicana es entendida como una conducta que todos los poderes y órganos autónomos deben acatar para “lograr combatir la desigualdad social, la corrupción y el despilfarro de bienes a través de una administración eficiente y transparente de los recursos públicos”.
Austeridad, que podría ser sinónimo de escases o frugalidad, ha estado de moda desde que “Cabecita de Algodón” llegó a vivir a Palacio Nacional y puso de moda los tamales de chipilín y los atoles para las cenas oficiales.
“Van a clasificar a la militancia como los pudientes y los jodidos” me comentó un auténtico militante de izquierda cuando le pasé copia de esta invitación que dice así:
“CELEBRACIÓN UNIDOS POR LA 4T
“Jueves 27 de junio
“A las 7PM
“LA CASONA Galerías, sobre Av Insurgentes 2do PISO
“Estarán con nosotros Tatiana, Waldo y Judith!!
“Costo de cena por persona $270…
“Transferencia o depósito
(Y aquí pone un número de cuenta del banco Santander que no publico por obvias razones)
“Tarjeta de débito
“IMPORTANTE enviarme el ticket de pago con su nombre, por favor…” (sic)
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