Por: Pedro García / Editorial
Las fuerzas partidistas y coaliciones entraron a un proceso de condensación, a reagrupamientos, derivado de la reciente resolución federal que admite la disolución de las alianzas de cara a la elección extraordinaria de Monterrey.
En tanto, el panismo acusa tráfico de influencias del PRI al interior de los tribunales con el propósito de tener márgenes de operación electorera y hacerse del poder en la capital de Nuevo León.
Por su lado, Morena mandó a volar a Pato Zambrano, pero Adalberto Madero “Maderito” entra al quite y entabla diálogo público con el candidato del Partido del Trabajo con la posibilidad de pactar una alianza.
Directivos “morenos” justifican el rompimiento de la coalición Juntos Haremos Historia a que Pato Zambrano no es un candidato con seriedad y, por consiguiente, sin competitividad, sin posibilidades de irrumpir como un “tercero en discordia” y alzarse con la victoria el día de las elecciones.
Por su parte, el Partido del Trabajo va porque va con Pato Zambrano, y directivos del PT recuerdan que Morena siempre había sido reacio a la coalición y si bien trató de postular un aspirante propio, finalmente no encontró a nadie con fuerza y simpatía popular.
Entrevistado por POLÍTICA Y GENTE, el líder del PT, Alberto Anaya expresó que, contra cualquier opinión, Pato Zambrano es un candidato fuerte, popular, fresco y sin atenuantes personales.
Revisando la cuenta de Zambrano en redes sociales, el candidato del PT comparte:
“me pusieron cola y me andan tomando evidencias por todas partes, yo ni me voy a bajar”.
A querer o no, Pato Zambrano es un personaje llamativo, la gente que advierte su presencia en la vía pública le comparte asuntos y le entablan la plática.
Quién sabe qué vaya a ocurrir el día de la elección extraordinaria en Monterrey…