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Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), la porcicultura mexicana entendió que el mercado es el mundo, y que para sacar provecho de esta oportunidad, tendría que transformar sus procesos de producción y manejar una escala de volúmenes que le permitiera aumentar las exportaciones, sin descuidar las ventas en el país.
Ese aprendizaje y la transformación realizada permitieron a los productores de carne de cerdo darle la vuelta a los efectos de la pandemia por Covid-19: cuando el mercado nacional estaba desplomándose, en China se dispararon las importaciones, expuso Heriberto Hernández Cárdenas, Presidente de la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX).
En la tercera entrega de “Entrevistas CONAFAB”, realizada por Jorge Martínez Carrillo, Presidente del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Nutrición Animal (CONAFAB), el líder de los productores de cerdo comentó que gracias al crecimiento anual promedio mayor al 4% en los últimos tres años, el sector es relevante dentro de la actividad pecuaria del país.
La porcicultura tiene una fuerte presencia en los estados de Jalisco, Sonora, Yucatán, Veracruz, Guanajuato y Puebla, que han llegado a representar hasta un 50% de la producción nacional.
“A raíz de la contingencia sanitaria, el precio del porcino se desplomó y disminuyó el consumo nacional; sin embargo, el mercado chino demandó carne y se tuvo la habilidad de convertir las exportaciones de otros países a China para aumentar nuestros volúmenes de exportación y la porcicultura mexicana se mostró preparada para poder hacer frente ante esta situación tan retadora” comentó Heriberto Hernández.
Actualmente, el consumo per cápita nacional de carne de porcino se sitúa en 18.5 kg anuales. El Presidente de OPORMEX enfatizó que una iniciativa del sector porcino es crear en un futuro cercano el Instituto Mexicano de Porcicultura, a través del cual, se divulgarán las buenas prácticas de la industria y las bondades de la carne de cerdo desde un punto de vista científico, para buscar incrementar la ingesta de esta proteína.
En su oportunidad, el presidente de CONAFAB, afirmó que la nutrición y salud de la especie es uno de los factores clave para garantizar la seguridad alimentaria y progreso de esta industria, ya que contribuye a la salud humana al proporcionar proteína de calidad para su consumo cotidiano.
En ese sentido, la carne de cerdo presenta un alto contenido en proteínas de gran valor biológico y aporta diversos minerales como potasio, fósforo, zinc y hierro; además, es fuente de vitaminas del grupo B como la B1, B3, B6 y B12. Este conjunto de elementos son necesarios para el crecimiento y desarrollo de los huesos y conservar la masa muscular.
Para mantener la producción estimada de 1.7 millones de toneladas de carne de cerdo en 2021, la industria de alimentos balanceados para esta especie busca mantener un crecimiento cercano al 3.6%, alrededor de 6.3 millones de toneladas.
Redacción / El Portal de Monterrey