El Covid-19 trajo consigo una crisis sanitaria inesperada, que ha hecho que gran parte de la población a nivel mundial se quede en casa con la intención de reducir la incidencia del contagio.
Esto creó un nuevo estilo de vida y de trabajo, pero también desencadenó un desfile de emprendimiento digital, además de estar impulsando muchas industrias ya establecidas.
De las primeras cosas que se pudieron apreciar es que cuando empezó la escasez de jabón, gel antibacterial, desinfectante y tapabocas, aparecieron docenas de microempresas y emprendedores que empezaron a anunciarse en redes sociales e Internet, ofreciendo productos que incluso ellos mismos fabricaron.
Karina Astorga Carrasco, directora de Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Monterrey, explica esta reacción por parte de emprendedores ante las situaciones de crisis es normal.
“El emprendedor vive en una filosofía de empatía y escucha, que le permite identificar necesidades y unirse con otros emprendedores, o con su equipo, para generar soluciones de valor a esas problemáticas. Este es el caso que la contingencia del Covid-19 está representando para muchos emprendedores, quienes están uniendo esfuerzos para generar soluciones”, explicó la profesora.
Otra prueba de la evolución del estilo de vida actual es el auge que viven las herramientas para hacer home office, como Zoom o Skype, lo mismo ocurrió con plataformas de streaming como HBO Go y Netflix, teniendo esta última un aumento de 15.8 millones de suscriptores en lo que va de la cuarentena, de acuerdo a Europa Press.
De igual manera, las compras en tiendas digitales han estado aumentando en México desde años anteriores. La Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) reportó, a través de El Economista, que las compras en línea semanales en 2017 eran de 7% y al año siguiente subieron a 38 por ciento. Mientras que en 2019, 34% de las personas realizan alguna clase de comercio electrónico una vez al mes y el 16% dos meses.
Lo mismo ha ocurrido con los servicio de entrega de comida como Rappi, Uber Eats y Didi Food, y ahora, en medio de la contingencia, la demanda por estos servicios ha crecido exponencialmente, algo que está para quedarse, de acuerdo a Astorga Carrasco.
“Definitivamente sí seguirá utilizándose. Las transformaciones y nuevos canales que experimentamos no se irán, y estos cambios se quedarán e impulsarán a los emprendedores y PYMES a buscar alternativas para entregar sus soluciones y comunicarse con sus segmentos de mercado de manera digital como prioritario”, señaló.
Añadió que esta nueva tendencia trae consigo beneficios y también importantes retos. Una virtud de las soluciones online como estas es que la retroalimentación por parte de los usuarios es casi inmediata y permite “una validación y ahorro para los emprendedores. Además, las plataformas permiten una cultura de agilidad para la solución de problemas o la evolución de las mismas.
Por otra parte, la directora del Hub de Emprendimiento de la UDEM señala que una desventaja sigue siendo el acceso a la tecnología, el cambio y las barreras culturales a la digitalización. Sumado a esto, no todas las industrias o comercios pueden tomar este paso de manera inmediata; se requiere además de infraestructura, recursos relevantes.
La realidad es que el Covid-19 y las medidas de prevención están cambiando muchos aspectos de la vida diaria y tal parece que la forma de comprar y los negocios son algunas de las primeras instancias en adaptarse a este nuevo modelo.
“Tecnológicamente cada vez nos acercamos más a la posibilidad de que todo el comercio se haga digital,pero todavía hay muchos factores pendientes para lograr la totalidad, como lo es la infraestructura de las tecnología de información, el acceso a dispositivos inteligentes de manera democrática, la cultura y el factor humano, que siempre será requerido”, finalizó.
Redacción / El Portal de Monterrey