Editorial /
Distribuidores de gas LP decidieron ir a huelga indefinida tras el anuncio de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de congelar el precio del energético en beneficio de los más pobres.
Entre los efectos negativos de la pandemia que vivimos, el encarecimiento de algunos básicos ha incrementado, es el caso del gas LP, que desde el año pasado muestra un aumento en su costo, lo que afecta la economía de millones de familias.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya había tocado el tema de la creación de una empresa estatal que se encargue de vender el combustible a un precio más justo y esta semana anunció que Pemex se encargará de distribuir el Gas Bienestar, lo que enfureció al gremio gasero y a partir de esta semana varios estados comenzarán a sentir la escasez del producto.
El precio del gas se determina por el comportamiento del mercado internacional. El costo se define a partir de los precios que emite Mont Belvieu. Desde el año pasado se nota un incremento constante. Según la Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos, en el último mes se cotizó a un precio de 1.055 dólares por galón, su valor más alto desde octubre de 2014.
De acuerdo con expertos, el aumento obedece a la reducción en la producción de Estados Unidos a finales del año pasado y el incremento de la demanda de China, tras ser uno de los primeros países en recuperarse de la pandemia. A pesar de que actualmente vuelve a mostrar altos índices de contagio de Covid-19 entre su población. Esto generó el aumento del precio de gas LP.
México depende en gran medida del combustible que genera el vecino del Norte, al que compra cerca del 85 por ciento y el costo que maneje el Gas Bienestar tendrá que determinarse por los precios internacionales. Sin embargo, la creación de esta nueva filial de Pemex tiene por objetivo llevar más competencia al mercado y disminuir los precios que han tocado máximos en los últimos meses.
Además de México, varios países Latinoamericanos atraviesan una situación crítica tras el aumento de los precios del gas LP. Chile, Colombia, Perú, entre otros, revisan soluciones similares a la implementada en nuestro país. Somos el segundo lugar en cuanto al costo más alto en el territorio, el primero lo tiene Brasil, donde también su presidente, Jair Bolsonaro, determinó aumentar impuestos a la industria química y a las instituciones financieras con el fin de compensar la eliminación de carga tributaria en la venta de diésel y el gas de uso residencial.
México acumula un alza interanual promedio de 22.8% –equivalente a 2.95 pesos por litro– en el precio de venta al público del combustible, convirtiéndose en el segundo país de Latinoamérica con el precio más alto y con el alza más pronunciada, de acuerdo con datos de la consultora IHS Markit.
Pero en nuestro país, quienes han ganado con la elevación de los costos son los distribuidores. Según la Procuraduría Federal del Consumidor, los márgenes de ganancia superan el 50 por ciento del precio al consumidor, aun cuando el combustible se mantuvo en precios más baratos.
Los datos de Quién es quién en los precios, muestran que los precios que han obtenido las empresas que venden más caro y obtienen mayores márgenes cada trimestre recibieron un precio en la terminal de almacenamiento y reparto de 6.2 pesos por kilogramo y posteriormente vendieron al consumidor a un precio promedio de 12.6 pesos por kilo, obteniendo una ganancia de 5.1 pesos por kilo, apenas un peso inferior a lo que les costó el combustible, lo que ha implicado una ganancia promedio de 41 por ciento sobre el precio al público para los gaseros tan sólo en esta administración.
Expertos en el tema destacaron que el mes pasado, empresas tuvieron una ganancia de más de la mitad de lo que le cuesta el combustible. Por lo que esto representa, la CRE determinó fijar el precio, el costo promedio disminuyó 10.8 por ciento en todas las regiones de México.
Por otra parte, el gremio ya convocó a varias movilizaciones pues el tope del precio les generará importantes pérdidas. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) afirmó que el ajuste se hizo sin un análisis previo de impacto, pues partió de un modelo de una “hipotética planta distribuidora eficiente”.
Por: Abigail A. Correa Cisneros / El Portal de Monterrey
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