viernes , noviembre 22 2024

De regreso a las aulas

Educación /

Ahora que más y más personas se están vacunando contra el COVID-19, la sociedad puede tomar medidas para empezar a planear el regreso a actividades presenciales, incluyendo las clases presenciales.

Esto no es tan sencillo para los niños y jóvenes; necesitan del apoyo de sus padres y profesores para reaprender la interacción social en un salón y a la enseñanza en una escuela con compañeros y maestros.

Es por esto que Sanjuana Gómez Mendoza, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Monterrey, explicó las diferentes reacciones que los niños pueden experimentar ante el inminente regreso a clases y cómo los padres pueden ayudar con esta transición.

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“Algunos niños, al inicio de la pandemia, tomaron con entusiasmo la idea de no ir a la escuela y estar en casa, ya cuando se dieron cuenta de que esto implicaba no salir a jugar, pasear, no convivir con los amigos, no ir con la abuela y entendieron lo que sucedía, ya no les pareció muy agradable, porque se vio completamente limitada la convivencia que para el niño es tan importante”, recordó la profesora.

Esto significó una reconfiguración de la dinámica en la familia, pues durante la pandemia los padres tuvieron que seguir desempeñando su rol de cuidadores, pero también de profesores de sus niños, a excepción de los hijos en grados más altos que pueden autodirigir su estudio.

Y en este nuevo escenario y las nuevas normas de convivencia fuera y dentro de casa, los niños y jóvenes experimentaron estrés, ansiedad, desesperación, sentimientos que incluso fueron replicados por los adultos.

“Ha resultado muy complicado y no todas las familias lo han conseguido”, comentó.

Por otra parte se presenta el reto del regreso a las clases presenciales y, de acuerdo a la doctora, las situaciones a las que los niños se pueden enfrentar dependen de su experiencia escolar presencial.

“Los que nunca han ido a la escuela tendrán que enfrentarse a la ansiedad por separación ‘normal’ de su mamá, Digo ‘normal’, porque algunos ya iban a la guardería y ya sabían que se iban a separar de su mamá por algunas horas. Y con la pandemia los niños se quedaban con sus papás, por lo que van a volver a experimentar ese sentimiento. Los papás también van a estar preocupados y pueden contagiarles esta preocupación a los hijos”, señaló Gómez Mendoza.

Indicó que los tutores pueden ayudar con la transición al ayudarlos a visualizar el lado positivo del cambio, como las nuevas experiencias que van a tener y los amigos que van a hacer, y reafirmarles su seguridad familiar, es decir, asegurarles que los van a recoger después de la escuela y que los van a seguir ayudando con la tarea y el estudio.

Otro grupo de niños es de los que apenas se estaban familiarizando con la escuela y en este escenario el rol de los padres es encargarse de que sus hijos se refamiliaricen con las rutinas escolares, como levantarse temprano y usar uniforme. Mientras que los que ya estaban acostumbrados a ir a la escuela estarán muy entusiasmados y aunque al principio estén inquietos o ansiosos, van a poder readaptarse.

La profesora de la UDEM observó que durante el aislamiento causado por la pandemia se crearon nuevas rutinas en la que los padres se vieron más involucrados con los estudios de los hijos y están en mayor sincronía con el maestro.

“Y ahora que los niños van a entrar otra vez a la escuela, va a ser un valor agregado, porque los papás ya se acostumbraron a esas rutinas de trabajo en casa. Creo que eso va a ser muy benéfico para los niños”, compartió.

También tocó el tema de los niños que encontraron refugio en la pandemia y el distanciamiento social, pues -tal vez- experimentaban bullying, ansiedad social u otras dificultades en el salón de clases.

“Esta cuarentena ha sido una gran oportunidad para padres e hijos de poder hablar sobre las situaciones que tenían, las vivencias incómodas que experimentaron y que no habían tenido esa espacio o tiempo para compartirlo con los papás. Esta es una oportunidad para los papás de para conocer mejor el sentir de sus hijos.

La psicóloga finalizó diciendo que lo principal para ayudar a los hijos a regresar a clases después de más de un año de aprender en casa es ayudarlos a sentir confianza en un espacio diferente al de casa, reafirmarles su valor como miembros de la familia y seguir con el apoyo en sus estudios.

Redacción / El Portal de Monterrey

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