Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Llegó una pareja ya mayor, el jueves pasado a un Oxxo al sur de Monterrey, por los rumbos de la Carretera Nacional. Tomaron dos botes de agua de la marca Ciel e hicieron fila para pagar.
Llegando a la caja y se les pidió que pagaran 26 pesos por bote, lo cual los sorprendió y la señora reclamó:
“Cómo, si ayer llegué a este mismo Oxxo y pagué 23 pesos por el mismo bote de agua…”
“Pues a mi también me sorprendió” le inquirió la cajera “Pero es el precio que me marca el sistema”.
“Bueno, eso nos pasa por seguir votando por Morena…” Dijo la señora.
En eso, la otra cajera que parecía estar poniendo más atención a la pantalla de su teléfono alzó la voz e intervino alzando las cejas:
“¡Sí, y lo vamos a seguir haciendo hasta que todos ustedes desaparezcan!”
La primer cajera pidió orden y le dijo a la del celular “No estés tratando mal a la clientela…”
“Pues como quiera van a perder y los vamos a desaparecer” alegó mientras evidentemente furiosa dejó su puesto y se fue a esconder a la bodega.
¡Encono total!
Y eso que faltaban días para el domingo de elecciones.
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