Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Qué dice Rutilio Escandón Cadenas, el impresentable lustrabotas que cierto presidente guarda en el sureste mexicano, y, para que no se aburra, pues lo hizo gobernador de Chiapas, y no por su capacidad… sino porque López todo lo puede…
Pues pregunto qué dice Rutilio, porque apenas el lunes, el Gobierno federal nombró al municipio de Ocozocoautla, Chiapas, como “Pueblo Mágico” y ayer martes, en un violento acto de prestidigitación un comando de sujetos encapuchados, pertrechados con armas largas y chalecos antibalas, le marcó el alto a un vehículo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana chiapaneca, en ese municipio de Ocozocoautla, y se llevó a policías administrativos que según esto salían de turno.
“Fuentes informaron a Reforma que se trata de 23 trabajadores de la dependencia, pero la SSyPC reportó 14 elementos, (desaparecidos) todos ellos hombres, y que ya se ha implementado un operativo por tierra y aire para localizarlos” publicó Reforma y afirma el rotativo que los uniformados ahora desaparecidos habían terminado su jornada laboral e iban rumbo a sus viviendas en el vehículo oficial tras laborar comisionados en el área administrativa en el cuartel Los Llanos.
Los delincuentes “perdonaron” a los elementos femeninos. “A las mujeres fue a quienes dejaron en el carro y se llevaron a los hombres, ellas lloraban porque no sabían qué iba a pasar” señala la nota de Reforma.
¿Y cómo reaccionan los elementos de la ley? Ah, pues un policía de la corporación chiapaneca reveló que ya no van a usar uniforme para no ser identificados por los delincuentes.
¿Y el tal Rutilio seguirá usando sus elegantes guayaberas de lino? Digo, pa’ que no lo vayan a confundir a él.
¿Y LA GUARDIA NACIONAL? BIEN, GRACIAS
La oficial de policía de Apodaca, Ericka Lázaro Hernández, quien sirvió 6 años en aquel municipio, encontró la muerte de manera artera a bordo de la unidad 1456 de la corporación. La mujer policía fue asesinada mientras que su compañero resultó lesionado de gravedad.
A 200 metros de donde terminó la unidad baleada con la mujer policía abatida, los investigadores encontraron el cadáver de una persona ultimada a tiros.
Y en seguida, las autoridades ubicaron la camioneta en la que los gatilleros atacaron a los policías apodaquenses.
El vehículo Nissan Rogue, color rojo, y que presentaba visibles impactos de bala tenía en su interior un arma larga, 12 cargadores y 3 chalecos balísticos y fue abandonada frente a la Terminal A del Aeropuerto de Monterrey.
¿Y qué vigila la Guardia Nacional, que está encargada de la seguridad del aeropuerto, supuestamente?
¿Deveras no vieron nada?
Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey