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La figura del maestro o la maestra es uno de los roles preferidos en el llamado séptimo arte, quien permite la transformación de otro u otros personajes a lo largo de una historia.
En muchas ocasiones, no es necesariamente un profesor o profesora de escuela, ni con una personalidad convencional, sino alguien que cumple ese rol de guía o de mentor.
En esta categoría se pueden colocar personajes como el reverenciado maestro jedi, Yoda, y el caballero Obi-Wan Kenobi, primero aprendiz y luego preceptor, ambos en La guerra de las galaxias; el “señor Miyagi”, profesor de karate, en Karate Kid; el paternal psicólogo infantil Malcolm Crowe, de Sexto sentido; el profesor poco ortodoxo John Keating, en La sociedad de los poetas muertos; la inexperta maestra Louanne Johnson, en Mentes peligrosas; o la inspiradora Erin Gruwell, de Diarios de la calle (basada en hechos reales), entre muchos otros.
Para Janett Juárez, profesora de la Licenciatura en Producción Cinematográfica Digital de la Universidad de Monterrey, el personaje del maestro es muy importante, en general, en la ficción, la literatura, el cine, el storytelling o el arte de contar historias.
La escritora, guionista y directora de cine comentó que, en la estructura del viaje del héroe ‒tomado de El héroe de las mil caras, de Joseph Campbell, y que alimenta múltiples argumentos cinematográficos‒, uno de los elementos importantes es el sabio anciano o mentor, quien ayuda al héroe a lo largo de su viaje, lo apoya y al mismo tiempo le pone pruebas.
“Pero esta estructura no solo inspira historias de fantasía, sino también las historias de drama, comedia o acción, donde la figura del maestro es importante”, expuso.
La también egresada de la Licenciatura en Ciencias de Información y la Comunicación de la UDEM señaló que esa persona mentora en la historia puede ser el anciano sabio, pero también alguien joven con un conocimiento que no tiene el protagonista.
La figura del preceptor puede estar representada por un entrenador, un psicólogo, un profesional veterano o la persona menos esperada, “el mejor amigo”, porque, como lo indicó Juárez, “dicen que el maestro aparece cuando el alumno está listo y, normalmente, esto lo vemos también en las películas”.
Convicción, vocación y pasión
Muchas historias se forman cuando, generalmente, un nuevo maestro llega a un lugar o también cuando un alumno o alumna y un maestro se conocen y viven un viaje juntos; a veces, aprenden juntos o, en otras, se pueden separar, “pero algo se dejan el uno al otro”.
“En la vida real, a veces hay malos maestros y malos alumnos, en las películas también lo vemos, pero lo importante es que, finalmente, las dos figuras se ayudan en su viaje”, expuso.
Por ejemplo, en El silencio de los inocentes, de acuerdo con Juárez, el maestro es Hannibal, aunque es un villano, pero va guiando a Clarice para que resuelva el caso de un asesino en serie, Buffalo Bill, además de que “la ayuda a descubrir cosas de sí misma que ella misma ignoraba y que la lleva a los límites”.
Una de las características en que coinciden muchos de los personajes de maestro o maestra en las historias es su escasa convencionalidad, es disruptivo, según Juárez, quien cuenta con una Maestría en Guión de Ficción para Cine y Televisión por la Universidad Pontificia de Salamanca.
“Es el que acompaña al héroe en su viaje y lo ayuda, alguien que va mostrando el camino, no siempre de manera obvia, sino de forma que el otro personaje pueda descubrir su camino”, explicó.
“Pueden ser personas honestas o ser villanos, pero en lo que coinciden todos es que creen en lo que hacen, por otra parte, tienen fuerza, tienen vocación y compasión por el alumno, además de que tienen pasión por lo que hacen”, afirmó.
Semillas para el cambio
En otras ocasiones, el preceptor es el “doble” del protagonista, como una proyección al futuro del alumno o alumna, muestra en lo que puede convertirse, formando parte de un ciclo.
El maestro o maestra puede ser también el protagonista, como lo comentó la catedrática, porque vive su propio journey o transformación a través de la enseñanza a alguien, que es aprendizaje para sí mismo.
“Es como en la vida real: lo bonito de ser maestro es que parte de enseñar a otros es aprender uno mismo, eso también pasa en el cine”, asentó.
En cuanto a la perspectiva de equidad, en opinión de la profesora de la UDEM, el rol del maestro ha estado abierto a ser caracterizado tanto por mujeres como por hombres.
Según Juárez, al final, el alumno siempre aprende y después queda en su responsabilidad personal aquello que aprende; muchos maestros en el cine dicen: “somos las decisiones que tomamos”, el maestro solo muestra un camino, pero es decisión del protagonista seguirlo.
“Siempre hay enseñanza y siempre hay aprendizaje; siempre hay semillas para el cambio y el cambio se da, pero las y los maestros siempre dejan semillas en sus alumnos y alumnas”, apuntó.
Redacción | El Portal de Monterrey