– Alfonso de los Ríos consigue trabajo en prestigiosa empresa de Sillicon Valley, California
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El interés de Alfonso en la tecnología comenzó muy temprano en su vida, y fue esa fascinación lo que lo llevó a aprender a programar por su cuenta y a ayudarse de recursos de Internet. Fue en preparatoria, donde tuvo uno de sus primeros vistazos de lo que con programación puede llegar a hacer.
“fui a un congreso de la UDEM en el que se hablaba mucho de tecnología y de emprendedores locales que estaban haciendo lo suyo. Ahí conocí a Javier Esquivel, que también es egresado de la UDEM, impartió un taller en el que hacías una aplicación en un día, era muy básica”, explicó el joven.
A partir de esa experiencia, Alfonso empezó a dedicarse cada vez más a la programación. Colaboró en la App Blooders de Esquivel, con el fin de fortalecer su conocimiento sobre codificación. A partir de ahí le nació la idea de crear su propia App, Lookat, la cual facilita el servicio a domicilio y para hacer reservaciones.
Al terminarla preparatoria en la Unidad San Pedro de la UDEM y a punto de comenzar la carrera, Alfonso fue invitado a hacer un curso de verano organizado por la Universidad de Stanford, en California. Es gracias a esta experiencia que consiguió crear un network de personas creativas influyentes en el campo de tecnología y programación.

Alfonso no sólo está aportando a esta start-up juventud y sus habilidades, sino que también brinda una perspectiva e imagen mexicana, con el fin de romper estereotipos y presentar una visión honesta.
“Creo que puedo aportar una visión diferente, una visión reciente de cómo esta México ahorita, el México joven, el México que sigue, el México que siempre voy; he vivido ahí toda mi vida. Latinoamérica es pintado de dos formas: o de muy peligrosa o todo eso, o de que todo está perfecto y eso también es un problema muy grande; el decir ‘todo es perfecto’ porque existen problemas que deben ser resueltos”, aseguró.
Es por eso que espera que su experiencia en California en el futuro se pueda traducir en un beneficio para México por medio de proyectos sociales de valor. “No siempre lo que vale es el generar dinero, sino pensar en los demás, tener una visión más humana”, señaló el joven, quien le atribuyó esta visión a la formación que obtuvo en la UDEM.
“Tienes que amar la programación para hacer una carrera; no basta con que seas bueno, tu aprendizaje no acaba en el salón de clases, tienes que seguirle por tu cuenta y una vez que te gradúes tienes que estarte renovando porque vas a ver cosas nuevas en tecnología siempre”, aconsejó Alfonso, pero aseguró que aunque el reto parezca intimidante, “las oportunidades de hacer –literalmente- lo que quieras, hasta el punto al que quieras llegar” es alentador.
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