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Inician becarios aprendizaje en el servicio en comunidades en Campeche

Especial / Buenas Noticias

IMG_0410Al año de haber ingresado como estudiantes de la Universidad de Monterrey, becarios del programa Linde Scholars-UDEM dieron los primeros pasos para llevar a cabo proyectos en sus comunidades de origen en el estado de Campeche, en busca de impulsar cambios y generar oportunidades como ellos las tienen con sus estudios.

Los 40 estudiantes campechanos –que estudian programas académicos en el área de Ingeniería de la UDEM– participaron en la primera etapa de un proyecto que forma parte del programa de becas, y durante las vacaciones de verano lo llevaron a cabo como parte de su aprendizaje en el servicio.

De acuerdo con Ivett Rodríguez Lara, Coordinadora del programa Linde Schoolars UDEM, los proyectos se realizarán en 23 comunidades del estado peninsular, de donde son originarios los alumnos, y el mes pasado trabajaron en la primera de cuatro etapas de su proyecto, que fue el diagnóstico de la comunidad.

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Rodríguez Lara explicó que los diagnósticos se enfocan en cuatro temas globales, dependiendo del interés del estudiante: Educación, Asentamientos Irregulares, Economía o Ingresos y Medio Ambiente.

Agregó que el objetivo es que el grupo de alumnos logre desarrollar un proyecto de transformación social sostenible para mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en las comunidades donde habitan en Campeche.

Así lo tiene claro uno de los estudiantes, Ivar Osvaldo Cach Junco, quien cursa el programa académico de Ingeniería en Innovación Sustentable y Energía, pues descubrió diferentes problemáticas en su comunidad que ignoraba que existían.

“Fue algo que me sorprendió; en esto de conocer a tu comunidad te das cuenta de lo que en verdad está pasando y cómo puedes actuar tú”, estableció.

Ivar Osvaldo trabajó con un equipo de tres compañeros de estudios en su comunidad, ubicada en Ciudad del Carmen, en la colonia Caracol, para aplicar una encuesta que ellos mismos diseñaron con preguntas muy puntuales sobre calidad educativa.

El joven relató que le sorprendió que la mayoría de la gente, de los papás y las mamás que viven en aquella zona, no terminaron la secundaria: calculó que más del 80 por ciento tiene como escolaridad mínima la primaria; un porcentaje menor, la secundaria; y un muy escaso número de personas, la preparatoria.

IMG_0395“También a los papás les falta transmitirles esas ganas por el estudio a sus hijos, porque muchas veces pasa que si los papás no estudiaron y el hijo no quiere, pues lo dejan; pero eso es parte del problema y es hacia lo que queremos nosotros contribuir”, expuso.

Ivar Osvaldo destacó el contraste entre su propia situación en la UDEM, con las oportunidades formativas que implica, y la situación de una parte de la población en comunidades vulnerables en Campeche.

“Las cosas son totalmente diferentes, entonces, a uno le entran las ganas de hacer algo, de querer mejorar tu comunidad para que, de alguna manera, puedan tener las mismas oportunidades que tú tuviste”, externó.

Mencionó que su equipo de trabajo eligió el tema de la Educación porque consideró que es uno de los factores más importantes en el desarrollo de cualquier sociedad, ya que si hay educación hay oportunidades de trabajo, de empleo y de un mejor estilo de vida.

“Ya con los resultados del estudio, mi equipo verá qué podemos hacer: mejorar algunas escuelas, hablar con el municipio, (promover) alguna escuela extra para personas con discapacidad”, detalló.

Los estudiantes están conscientes de que, con este proyecto, aprendieron habilidades que les pueden ser útiles para cualquier momento dentro de su trayectoria académica, incluso en su desempeño profesional, como coincidieron Ivar Osvaldo y Román Esaú Aguilar May, alumno del programa de Ingeniería en Gestión Empresarial.

A Román Esaú le correspondió realizar sus encuestas a 60 familias en el municipio de Hecelchakán, en la colonia San Antonio.

“Tenía bajas expectativas, pensaba que iba a ser más complicado de lo que fue, porque no esperaba que la gente me aceptara tan rápido; hubo algunas personas que no respondían, pero en general, la gente fue muy accesible, al menos en mi comunidad”, sostuvo.

El alumno relató la forma en que se enteró de las condiciones de vida de muchos de sus coterráneos, en barrios humildes, y conoció a gente que de otra forma no habría conocido, como un avecindado que en su juventud fue pandillero.

“Conocí un aspecto de mi colonia que antes no conocía, y fue muy enriquecedor; estuvo muy divertido, aprendí mucho”, expresó.

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