Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Ya falta menos para que deje la alcaldía de San Pedro Miguel Treviño de Hoyos y dicen que el aun alcalde, ahora sí, como dicen en el rancho “no encuentra la puerta de salida”.
Y es que a Treviño de Hoyos se le hizo bolas el engrudo desde que llegó al poder. Como dice un corrido, pensó que gobernar era un baile de carquis pero para él terminó en frenética cumbia de arrabal amanecido.
Y mire de lo que hablo: Treviño de Hoyos se vendió siempre como experto espectacular en asuntos de seguridad pública, tarea que seguramente estudió por correspondencia.
O cuestión de preguntarles a los vecinos de la calle Privada 2, número 112, de la Colonia Villa Chipinque, quienes fueron atracados en su casa por un grupo de seis sujetos, quienes los sometieron, los ataron con cinchos y los despojaron de alhajas y dinero en efectivo.
Lo más raro es que la colonia es de esas de acceso controlado, así que saber quién les dio permiso a los ladrones de entrar va a ser el detalle en el cual la puerca tuerza el rabo.
Y claro, Miguel ya pasó la papa caliente a la Fiscalía de Justicia, porque su policía, como su administración, es un fracaso.
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