Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Para seguir con la misma tonada…
El panorama político en Nuevo León para el 2024 se presenta como una oportunidad única para Morena. Después de presenciar el lamentable espectáculo ofrecido por otras fuerzas políticas en la entidad, se vislumbran condiciones favorables, como ya se ha dicho, para que el partido guinda conquiste hasta cinco municipios de los doce considerados metropolitanos en Monterrey, según fuentes internas.
Esto sí y solo sí, Anabel Alcocer se deja coachear por el “mánager” de ese equipo en el estado, o sea el arquitecto Abel Guerra.
Peeeeeeero (y siempre hay un pero) es necesario abordar con precaución el tema de la equidad de género en la política. Aunque la representación equitativa es esencial, la imposición de cuotas sin una base sólida de preparación y capacitación puede resultar contraproducente. Más que llenar espacios por obligación, se debe apostar por la formación de cuadros femeninos competentes en cada partido político.
Este desafío no es exclusivo de Morena, sino que afecta a todos los partidos, como el PAN y el PRI, quienes, a menudo, recurren a las mismas figuras femeninas sin considerar a nuevas caras. La solución no radica solo en compromisos y amistades, sino en la identificación y promoción de talento femenino con un respaldo histórico que demuestre su capacidad para liderar.
Al analizar la situación en Nuevo León, con 51 municipios y 26 distritos locales, la necesidad de contar con mujeres en puestos de liderazgo es evidente. Sin embargo, no todos los partidos pueden cumplir con estos requisitos, dejando a solo cuatro con la posibilidad de competir en todos los espacios: PAN, PRI, Morena y MC.
En el caso del PAN y el PRI, las mismas figuras femeninas de siempre suenan como posibles candidatas, lo que refleja una falta de renovación y apertura a nuevos liderazgos. La posible alianza con el extinto PRD puede ofrecer cierto alivio, pero se rumorea sobre problemas de alianza en varios municipios.
Morena, por su parte, enfrenta desafíos en la selección de mujeres para los 26 municipios requeridos. La peculiar elección a través de encuestas ha generado ciertas dificultades, y se dice que el enfoque principal se centra en competir en 11 municipios metropolitanos. Sin embargo, incluso en estos, solo dos destacan con nombres de mujeres con posibilidades reales de victoria.
Es llamativo observar que muchos seguidores de Morena no han anunciado sus registros en redes sociales o medios, como el caso de la superdelegada Judith Díaz. Esta falta de transparencia genera interrogantes sobre las intenciones y estrategias internas del partido.
En este contexto, es evidente que Clara Luz Flores Carrales con su innegable liderazgo será la abanderada principal de Morena en Nuevo León. La coordinación de la campaña, en colaboración con México, debe ser una tarea cuidadosa que arrope a mujeres con verdaderas posibilidades de éxito, evitando problemas internos que puedan socavar el proceso.
En resumen, si bien Morena tiene la oportunidad de capitalizar en Nuevo León, la equidad de género debe manejarse con sensatez. La inclusión de mujeres competentes y el fomento de nuevas caras serán clave para construir un futuro político más equitativo y representativo. El partido debe aprender de la historia y no perder de vista la importancia de elegir líderes preparadas y comprometidas con el desarrollo del estado.
Y seguiremos observando y reportando.