Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Me lo platicó un amigo más crédulo que yo, lo cual es mucho decir:
“Tenías razón querido: Morena es una organización de bucaneros que pretenden ser redimidos al menos de dientes para afuera”… Me confesó.
Dijo que le tocó dar testimonio en un municipio del sur del estado de cómo tras una larga capacitación para representantes de casilla, del partido de López, todos hicieron una “fila india” para firmar a un lado de su nombre en una lista de asistencia y recibir a cambio un sobrecito color manila.
“No pude ver exactamente cuántos billetes venían en cada sobre pero de que eran billetes eran billetes” me confió mi cuate, quien me aclaró dijo que “la gente del candidato” fue la encargada de obsequiar el dinero.
¿Cuál candidato? Le pregunté, pero no quiso decirme el nombre “para no manchar a los inocentes”, es decir, a los pobres que quedaron como representantes de casilla y que agarran esa lana por pura necesidad.
Esas eran prácticas comunes del PRI cuando andaba en zancos…
Las leyendas urbanas suenan cada vez más fuerte en cuanto a la corrupción en Morena y sus bucaneros y aquello de que “la corrupción se barre como las escaleras, de arriba para abajo” no quedó más que en el anecdotario de un sexenio que bien podría titularse “Débiles y Poderosos”.
PESQUERÍA, NL. EL INFIERNO
Patricio Lozano, alcalde de Pesquería, Nuevo León, ya se desatendió, como siempre, de su encargo porque ahora anda buscando un curul como Diputado federal del Distrito 14.
Mientras tanto, deja tras de su un municipio fallido en el que galopa la corrupción y comanda la delincuencia organizada.
El hallazgo de al menos 10 cadáveres en un terreno ubicado entre las carreteras Miguel Alemán y Ojo de Agua, dejan muy en claro quién manda en Pesquería, mientras el alcalde quiere devolverle a su papá Miguel la copa, para que sea él, por enésima ocasión, el nuevo alcalde.
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