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Duplicar la producción de carne en las próximas tres décadas, reducir el alto costo de las materias primas, así como tener acceso a mano de obra y un mayor control sanitario, son algunos de los retos inherentes a la industria pecuaria.
Aunado a ello, el impacto de la producción de proteína animal al medio ambiente ha cobrado relevancia en las estrategias contra el cambio climático. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha enfatizado que la industria debe utilizar equipos y contenedores exclusivamente diseñados de tal forma que su funcionamiento, mantenimiento y limpieza sean fáciles, para reducir riesgos de contaminación.
Estos temas fueron expuestos y analizados por expertos durante la Semana COLAPA: retos y oportunidades en la producción de proteína animal en Latinoamérica, organizada por el Consejo Latinoamericano de Proteína Animal.
Durante su ponencia, el Dr. Víctor Ochoa Calderón, director general de Granjas Carroll de México, recalcó que la producción de proteína de origen animal enfrenta algunos desafíos sociales, de consumo y medioambientales, para poder producir más y consumir menos recursos naturales.
Recordó que uno de los retos es duplicar la producción de carnes en 2050, para atender la demanda de más de 9.75 mil millones de habitantes; en este sentido, el papel de la industria de alimentos balanceados y de la nutrición animal ha sido fundamental para mejorar los rendimientos del sector. En 1950 para producir un kilo de huevo se necesitaban 4.5 kilos de alimento balanceado y hoy se logra con 1.95 kilos. Para uno de carne de pollo, la conversión ese mismo año se lograba con 4.5 kilos de alimento y ahora con 1.85 kg.
Por su parte, Jorge Martínez Carrillo, Presidente del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB) y Coordinador de COLAPA, comentó que el principal reto que tiene la industria es alcanzar una producción sostenible de proteína animal para cubrir una demanda que seguirá en aumento y en favor de las familias que buscan mejorar sus dietas a base de un consumo de más y mejores nutrientes.
A pesar de los retos, la industria de la producción de proteína de origen animal es una historia de éxito. Las técnicas de producción animal han permitido que estas sean cada vez más accesibles y que su consumo se pueda incrementar gracias a un menor costo relativo.
Datos del World Meat Facts Book 2020, señalan que México registra un consumo per cápita anual de 72.7 kg de carnes, principalmente de res, cerdo y pollo. Nuestro país, en conjunto con USA, China, Dinamarca, India, Rusia, Brasil, Egipto, Alemania, Pakistán e Indonesia, consumen el 68% de las carnes que se producen en el mundo y juntos representan el 55% de la población mundial.
Producir proteína animal de manera más intensiva y eficiente, depende de la aplicación de tecnología para producir más con menos, así como de buenas prácticas de gestión que incluyan el cuidado de la salud de los animales, para ello, la industria de alimentos balanceados juega un papel muy importante para impactar de manera directa en la alimentación de la población.
El director general de Granjas Carroll enfatizó que la producción animal genera energía renovable y que en las granjas productivas se utiliza el metano, un combustible renovable y limpio que puede ser utilizado en reemplazo del diésel, carbón, gas natural y gas L.P.
Jorge Martínez Carrillo reiteró el compromiso por parte de la industria para proteger la salud y bienestar de las especies productivas, para así lograr un crecimiento sostenible.
Para este año, la producción nacional de carne en canal de cerdo, pollo y bovino se ubicará en más de 7.5 millones de toneladas, para las cuales se requerirá de aproximadamente 21.6 millones de toneladas de alimentos balanceados para esas tres líneas.
Redacción / El Portal de Monterrey