Buenas Noticias /
Ir a un hospital como visitante produce cierto sentimiento de nerviosismo, y este se vuelve exponencial cuando se es paciente, pero en los niños el estrés y el miedo aumentan mucho más. Si bien el personal de salud tiene la monumental tarea de velar por el bienestar físico de sus pacientes su trato puede llegar a ser frío, algo que puede afectar emocionalmente al enfermo y tener un impacto negativo en la experiencia hospitalaria, sobre todo en los niños.
Es por esto que Isabel Martínez González, Paulina Martínez Ramos y Lorena Villarreal de la Garza, recién graduadas del programa académico Licenciado en Psicopedagogía de la Universidad de Monterrey crearon “La magia de curar: taller de humanización en los cuidados del paciente pediátrico de un hospital público de Monterrey”, su Proyecto de Evaluación Final que tiene el objetivo de humanizar el trato del personal de la salud con sus pacientes pediátricos.
Las egresadas compartieron que la inspiración para crear este taller que busca sensibilizar a médicos y enfermeros para mejorar su interacción con niños pacientes surgió a partir de una conferencia de Héctor Molina Hérnandez en la UDEM, el fundador de Cambiando Historias, organización creada para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad.
“Compartió su testimonio de combate al cáncer, así como su dura estancia en hospitales, el haber vivido la deshumanización en el entorno hospitalario, lo que lo impulsó a fundar la asociación Cambiando Historias, con el fin de contribuir a elevar la calidad de vida de los pacientes. Como ya teníamos la idea de querer trabajar con un tema diferente al escolar, ahí fue cuando nos inspiramos y nos acercamos con él proponiéndole trabajar con nosotras”, señaló Isabel.
Parte de la investigación inicial de las jóvenes fue sobre el trabajo de Hunter Doherty Adams, mejor conocido como Patch Adams, un doctor y activista estadounidense promotor de la risoterapia, e incluso visitaron una clínica local, en la que confirmaron que el área de pediatría tenía muchas áreas de oportunidad.
Al tener estos acercamientos previos, confían en que su proyecto La magia de curar tenga buena aceptación en el sector, y es que encontraron que muchos miembros del personal médico tienen en cuenta la importancia del cuidado emocional del paciente, pero no cuentan con las herramientas necesarias para llevarlo a cabo de manera exitosa.
“La magia de curar consiste en un taller de ocho sesiones con un modelo de aprendizaje experiencial dirigido a los profesionales de la salud, como médicos y enfermeros, en donde se profundiza en el tema de la humanización de los cuidados del paciente pediátrico. Elegimos cinco componentes principales: el autocuidado del profesional de la salud, la atención a las emociones, la calidez del trato, el juego, la comunicación y la calidad del entorno”, explicó Isabel.
Después de haber participado en el taller, diseñado con temática de superhéroes, los participantes cursan tres semanas de práctica para aplicar los conocimientos y herramientas adquiridos. Además, el taller hace uso del Kit de las sonrisas, un paquete de juguetes y actividades para conectar de manera lúdica y humana con los niños y sus familias durante su proceso hospitalario.
“El objetivo es que el profesional de la salud adquiera habilidades de humanización y que las aplique en el área de pediatría. Es decir, sumar a su capacitación médica una capacitación en temas humanos. Recalcando que, lejos de ser más trabajo, invertir tiempo en el aspecto humano es enriquecedor y facilita las labores diarias dentro del hospital”.
“Nuestra ilusión es que un hospital deje de ser un lugar de miedo para los niños, y se convierta en un lugar donde se puedan sentir en casa, seguros y, sobre todo, sigan sintiéndose como niños”, aseguró la joven.
Además, junto con Isabel sus compañeras Paulina y Lorena concuerdan que la UDEM y sus valores influyeron en su deseo de crear un proyecto cuyo impacto pueda ser transmitido y replicado en diferentes lugares.
“El hombre sólo se realiza al servicio del hombre’. Esta frase no solo define a la UDEM, sino que es un lema bajo el cual, creo, todas vivimos. Mientras que las tres siempre estamos buscando poner nuestras habilidades al servicio, creo que la UDEM nos ayudó a, no solo fortalecer estas ganas de vivir para el servicio, sino que también nos dio las herramientas para hacerlo de forma consciente y estructurada para lograr un impacto verdadero”, explicó Lorena.
“Sobre todo, porque esta carrera es una forma hermosa en la que puedo responder al llamado que Dios me hace de amar y servir a los demás. Nada se compara con poder combinar de una forma perfecta mi fe y lo que más me apasiona”, compartió por su parte Paulina.
Debido a la pandemia, la implementación de La magia de curar se encuentra en pausa, pero las jóvenes en conjunto con la asociación Cambiando Historias, ya se encuentran armando los Kits de las sonrisas. También han establecido contacto con Fundación Akafi, en Madrid, España, a fin de llevar su iniciativa más allá de Nuevo León.
Redacción / El Portal de Monterrey