Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Después de casi 10 años de abstinencia vacacional por tierra, por aquello de la delincuencia organizada y su imperio del mal en esta parte del Golfo de México llamado La Pesca, municipio de Soto La Marina, en la mitad exacta del estado de Tamaulipas, el año pasado en montón mi familia y yo decidimos probar suerte y pasar unos días aquí.
El hotel Bungalows Tropicana es un sitio de esos que están de moda: cero ostentación, excelentísimo servicio a precios accesibles.
Hay cinco cabañas con techo de palma y un autobús aparcado y adaptado para habitación con capacidad para una pareja. Una de las cabañas es de dos pisos y me dicen que acepta hasta 12 personas.
El hotel cuenta con conexión satelital a Internet, por si usted es como yo y no deja de trabajar en vacaciones.
Como le cuento el año pasado vinimos, y este 2023 decidimos regresar.
Da gusto que Tamaulipas, aunque sea en partes, se recupere del galope apocalíptico que sufrió como víctima de la delincuencia organizada y no los malos gobiernos, sino los gobiernos cómplices.
Pues todo iba saliendo a pedir de boca hasta las 13:00 horas mas o menos del viernes, cuando, como siempre, sin decir agua va, las huestes de Carlos Slim cortaron el servicio de telefonía celular, el cual comenzó con fallas intermitentes que bajaban el ancho de banda de 4g a 3g y a nada.
No sé a qué horas se restableció el sistema, y si no hubiera sido por el ancho de banda del moderno servicio satelital con que cuenta nuestro hotel, esto habría sido un caos y una verdadera calamidad, al menos para mí.
Me dicen que así como se fue volvió la conexión celular… Yo no me enteré a que horas porque me dormí temprano.
Pero un “usted disculpe”, o al menos alguna explicación charchina de parte de la empresa de comunicaciones más grande del país y casi que de América Latina, nada.
En noviembre próximo planeamos volver a La Pesca. Ojalá y no nos toque ningún evento que nos haga lamentarnos y mentarle la madre a las autoridades de todos los niveles, porque hacen como que hacen, pero no hacen nada.
Eso sí, mucha policía y milicia en las carreteras de Tamaulipas.
Qué bueno. Ya era hora que se pusieran las pilas.
- Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey