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Cuando los constantes sonidos de la noche se convierten en algo más simples resonancias que entran por los oídos, el miedo aparece y puede transformarse en la más angustiante de las pesadillas, sobre todo si esas vivencias le pasan a un niño de ocho años.
Dirigida por Samuel Bodin y escrita por Chris Thomas Devlin, “Toc, toc, toc. El sonido del mal” llega a las pantallas de Monterrey con el propósito de ofrecer a los espectadores momentos de terror y suspenso.
Protagonizada por Lizzy Caplan como Carol, Woody Norman como el pequeño Peter, Cleopatra Coleman en el papel de Miss Devine y Antony Starr como Mark, la cinta reúne elementos que harán saltar de su asiento a los más asustadizos espectadores.
Una casa antigua, unos padres que no son precisamente los más amorosos y comprensivos, y sobre todo un chico con una imaginación desbordante pueden hacer que una película de misterio se convierta en la mejor opción para disfrutar del género frente a la pantalla grande.
Peter se ve atormentando por un misterioso y constante golpeteo, golpeteo que viene de adentro de la pared de su cuarto, un golpeteo que sus padres insisten que se encuentra en su cabeza y que no es una realidad.
Conforme el miedo de Peter se intensifica, él cree que sus padres esconden un terrible y peligroso secreto y cuestiona su confianza. Y para un niño, ¿qué podría ser más terrorífico que eso?
Con el título original de “Cobweb”, la película atrapará tanto a conocedores como a los novatos del “horror movies”, pese a que no cuenta con escenas sangrientas ni grandes efectos.
Lo que sí es digno de admirar es el manejo de las cámaras, pues los encuadres del talento hacen que el público conozca otra forma de ver una cinta de misterio.
“Con ‘Cobweb’, Chris Delvin nos ha dado una historia clara y cruel. Con esta simple e ingeniosa herramienta, nuestro equipo quería contarte una historia terrorífica de niños. No sangrienta y cruenta, sino terrorífica y cruda. Con sus paredes demasiado altas, sus calabazas demasiado naranjas, sus puertas crujiendo demasiado y sus papeles tapiz demasiado coloridos, el mudo de ‘Cobweb’ no está anclado en la realidad, sino en un mundo ligeramente retorcido. Un mundo visto a través de los ojos de Peter, su niño protagonista”, mencionó el director en una de sus declaraciones sobre el filme.
Y destaca la participación histriónica del joven Woody Norman por la veracidad de su actuación. A él se le ha visto en la película “C’mon C’mon”, del director y escritor Mike Mills, actuando junto al primer actor Joaquin Phoenix.
“Con Lizzy Caplan y Antony Starr, quienes interpretan a los padres del niño, trabajamos en una actuación colorida y ligeramente desentonada. Para encontrar un tono único y perturbador, tan amenazante como los padres malévolos que acechan los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm. Y confieso que aún puedo ver sus enormes y espeluznantes sonrisas brillando en la obscuridad. Y Cleopatra Coleman es tal vez la única en la que podemos confiar. Con su imparable verdad y gentileza. Depende de ella sacarnos de esta casa”, explica el director sobre la trama y sus intérpretes.
Esta película, agrega, suena como una canción de cuna disonante y mareadora, como una broma de Halloween que salió mal, llena de color y amenaza, en la que los padres están tan podridos como el campo de calabazas detrás de la casa.
Lionsgate presenta, en asociación con Media Capital Technologies, una producción de Point Grey y Vertigo, que podrá tener como una alternativa en las salas cinematográficas, a partir de esta semana.
Texto: Vicente Guerrero | Agencia + Cultura