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El suicidio poco a poco es un tema que está dejando de ser tabú; sin embargo, sigue siendo un problema serio que necesita ser atendido en desde una perspectiva psicológica.
Es por esto que la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey invitó a Shannon Wiltsey-Stirman, del departamento de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta de la Universidad de Stanford, a impartir una conferencia y un taller, este último con la temática “Planificación de seguridad y prevención del suicidio”.
La profesora explicó que el suicidio es, desafortunadamente, un problema muy común y si como sociedad se está más consciente de las dificultades de otros y se está preparado para prevenirlas y procesarlas, la situación mejoraría.
“Si la gente tiene una buena idea de cómo apoyar a las personas que están sufriendo, pueden empezar tener conversaciones positivas con seres queridos que les preocupan. Pueden alentarlos a buscar apoyo y tratamiento y ayudarlos a recordar y usar los planes de seguridad en momentos que se sienten desesperanzados”, expresó la especialista.
La profesora explicó que un plan de seguridad es una serie de pasos que una persona puede tomar en caso de que tenga pensamientos suicidas.
“Estos pasos están diseñados para ayudar a identificar actividades que pueden hacer para distraerse o sentirse mejor en momentos difíciles. También les ayuda a identificar a personas con las que es saludable pasar el tiempo si están teniendo dificultades, o cómo pedir ayuda si los pasos de su plan de seguridad no han dado el resultado esperado”, explicó Wiltsey-Stirman.
Explicó que es relativamente fácil ayudar a personas que se sienten suicidas, por ejemplo, las familias pueden platicar con ellos o distraerlos con algo que los haga sentir bien, dependiendo de la persona. Mientras que las escuelas pueden concientizar sobre los signos de alarma y ayudar a los estudiantes a obtener apoyo y tratamiento.
Por otra parte, comentó que aunque los estudios que se han realizado sobre la depresión, el suicidio y la pandemia no han mostrado una correlación concluyente, “definitivamente es una preocupación”.
“Cuando las personas se sienten aisladas, su salud mental sufre. Algunos recurren a cosas como el abuso de alcohol o drogas, o pasan mucho tiempo en cama o hacen cosas que no les traen mucho gozo. Es importante encontrar y mantener formas de contacto social, como llamadas telefónicas o por video, salir a pasear y hacer cosas que te traigan alegría o realización”, listó la también investigadora y agregó que acercarse a personas mayores o que vivan solas también puede ayudar a que uno mismo se sienta mejor.
Wiltsey-Stirman indicó que algunas de las señales más comunes en esta clase de situaciones son el sentimiento de desesperanza o sentirse como una carga para otros, hablar sobre la muerte y el suicidio, o incluso redactar un testamento. Sin embargo, muchas de estas crisis son pasajeras y si se identifican las señales a tiempo se puede evitar un desenlace trágico.
“Si ves esto, es importante preguntar. Hacer preguntas no va a alentar más a la persona a hacerse daño. Puedes decir: ‘Me parece que la has pasado muy mal últimamente y me preocupas. Eso me hace preguntarme, ¿si has pensado en hacerte daño?’”, comentó la profesora invitada.
Durante su estancia de colaboración con la UDEM, destacó el trabajo de los profesores y los alumnos, así como su compromiso con su vocación y la comunidad, en especial en el Centro de Tratamiento e Investigación de la Ansiedad (CETIA), el cual ofrece orientación y ayuda en cuestiones anímicas y psicológicas. El teléfono es 8183569099 y el correo electrónico es [email protected].
Redacción / El Portal de Monterrey