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Dentro del ciclo de conferencias llamado “Influencia de la investigación en el bienestar de la sociedad ante la pandemia COVID-19”, la doctora Joana Chapa, directora del Centro de Investigaciones Económicas de la Facultad de Economía de la UANL, informó de la situación que vive Nuevo León en esta nueva realidad.
Chapa expuso, durante la transmisión en línea, los resultados de su investigación aplicada al impacto económico que ha significado el paro de actividades no esenciales por el confinamiento impuesto desde el mes de marzo.
La investigación fue realizada en dos etapas. En la primera se detectaron las principales actividades económicas afectadas tanto a nivel nacional como en el estado.
En la segunda etapa se analizó la afectación que tuvieron los trabajadores al no tener una fuente de ingresos, al mismo tiempo que se revisó el nivel de pobreza en el país.
Los resultados obtenidos en la primera etapa revelaron que desde el mes de abril se vieron afectadas las actividades no esenciales, las cuales conforman el 36 por ciento del valor agregado en Nuevo León.
Situación que afectó al 47 por ciento de los trabajadores del estado, al ser el porcentaje que se dedica a realizar este tipo de actividades.
A nivel país, se presenta esta misma situación ya que estas actividades conforman el 32 por ciento del valor agregado, con un empleo del 46 por ciento de los trabajadores; lo cual explica que se vean estragos en la actividad económica.
Los sectores con más afectación en relación con el valor agregado son: maquinaria, equipo eléctrico, electrónico y de transporte, construcción, comercio, restaurantes y hotelería.
Estos mismos también fueron afectados en cuanto al empleo que generan, agregando también al sector de servicios de instalación, reparación y mantenimiento del hogar.
“El impacto económico del paro de actividades no esenciales en el mes de abril no tiene precedentes”, comentó la doctora Chapa.
De los resultados obtenidos, se estima que para el año 2021 haya una recuperación económica, pero que no se regresará a los niveles del 2019, debido a que desde antes de la pandemia se registraron caídas en la actividad económica producto de la falta de inversión extranjera.
“La educación genera un blindaje”
Los resultados de la segunda etapa de investigación mostraron que el impacto en ingresos fue en los sectores de maquinaria, equipo electrónico y de transporte; además de la industria metálica, construcción y el sector de fabricación de materiales a base de mineral (cementeras, vidrieras e industria de la madera).
Los resultados de esta segunda etapa de investigación también arrojaron que cuanto más nivel educativo se tenga, menor es la afectación económica de las personas.
Quienes cuentan solo con educación básica se ven más afectados en sus ingresos, recibiendo hasta un 11 por ciento menos de remuneración, mientras que aquellos que tienen estudios a nivel medio superior y superior solo ven afectados en un 6 por ciento sus ingresos.
Aumentan los niveles de pobreza
Finalmente, la directora del Centro de Investigaciones Económicas indicó que la pobreza es sensible a cambios en el ingreso promedio por persona, y que la pandemia ha significado un aumento de 3.9 millones de pobres en el país.
Esto en referencia a la población que no tendría los ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria, y en el caso de Nuevo León se estima un aumento de 30 mil pobres en los últimos meses.
Además, la doctora Joana Chapa incitó a adaptarse a esta nueva realidad, tratando de ser flexibles y creativos, además de buscar la manera de seguir trabajando y tener actividad económica, siguiendo las medidas y los protocolos dictados por las autoridades sanitarias del país.
Fuente: https://puntou.uanl.mx/ / Información: Jennifer Vargas, Fotografía: Daniel Zamora