Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Tal parece que a la no primera dama de Nuevo León, Mariana Rodríguez, como diría mi mamá, “le encanta la mantequilla a puñados” a menos de que sentara formalmente su denuncia y ante el Ministerio Público ante la grave revelación de que en el sistema de acogida de menores de edad conocido como “Capullos” se traficaba con niños.
La titular de la oficina “Amar a Nuevo León” que tenía muchos días de verse muy bonita calladita, calladita, incendió las redes sociales con sus declaraciones.
“Si yo les contara todo lo que hacía la Administración pasada con Capullos se me infartan… Cómo vendían niños… equis, ésa es otra historia que luego les platicaré”, dijo la esposa del gobernador en un video que borró de Twitter, pero que El Norte recuperó y subió a sus redes sociales.
La esposa del Gobernador Samuel García provocó una oleada de comentarios ante tan tremenda “revelación” y aquí es donde uno se pregunta dónde están los asesores (carísimos por cierto) que paga el gobierno del estado para defender a estas figuras públicas de sí mismas.
Porque con una declaración de esas queda uno como el del corrido, que “no hallaba si perseguirlos o devolverse a avisar”…
Y sí, si Mariana nos contara y se lo revelara de paso al Ministerio Público…
Y si la luna fuera de queso y el mundo color de rosa esta sería otra historia.
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