Editorial / Hablando entre lenguas
Por: Patricia Pedraza.
Sin duda alguna los idiomas del poder en la actualidad se dan en el país potencia, en Estados Unidos. Estamos hablando por supuesto del inglés y el español, que pareciera que están en un ring de boxeo, luchando por llevarse el cinturón del triunfo.
Por un lado, se dice que el español cada día gana más espacio en los Estados Unidos, pero por otro lado el inglés está más firme y seguro que nunca. Hace poco se dio un hecho histórico, con el nacimiento del canal de televisión llamado Fusión en Estados Unidos, dirigido al público hispano pero en el idioma inglés. Lo más interesante de esto, es que la mayoría de los conductores de los programas son hispanos y hablan inglés, pero con acento.
De hecho, el famoso periodista mexicano y conductor del noticiero Univisión Jorge Ramos, quien hizo su debut en inglés con su programa llamado América, así lo describió, como un programa en inglés con acento.
En mi opinión, me parece interesante y válida la propuesta, porque más allá del objetivo de atraer a cierta audiencia, los hispanos que vean estos programas conducidos por latinos en inglés con acento, van a motivarse a aprender y a hablar inglés.
Sin embargo lo más importante, es que se va a romper en ellos una de las barreras del idioma más fuertes que todo mundo tiene al hablar. Y es precisamente, el miedo de hablar con acento. Eso sin duda, es lo positivo de la nota. El lado triste es con el español, porque como dijo El chavo del ocho, “¿y ahora, quién podrá ayudarnos?”
El inglés es como un imán que atrae a todo mundo, por algo es el idioma del poder, entonces, existe el riesgo de que estos 20 millones de hogares donde pretende tener cobertura el canal de televisión Fusión, la lengua materna de los hispanos se pierda, la falta de identidad se incremente y el famoso spanglish haga raíz como un nuevo idioma.
Hace poco llegó una estudiante a mi escuela, Texas School of Languages, de origen asiático frustrada porque no podía lograr la fluidez en inglés en los Estados Unidos. Dijo, “he estado en Nueva York y es patético porque no puedo practicar inglés, ya que todos hablan español, aparte ese español, es un tipo spanglish caribeño.
En California está peor, allá deberíamos mejor aprender español, y Texas va por los mismos rumbos”. Los latinos cada día somos más y estamos mejor preparados con aportaciones muy importantes a esta comunidad americana.
Este, es el poder del español en los Estados Unidos que hasta en un descuido e irónicamente, el examen para hacerse ciudadano americano podría ser en español. ¿Quién tiene la razón? ¿Qué idioma verdaderamente va a ser el líder en el país del primer mundo?
Pareciera que ahora la única opción para practicar inglés es el norte de Estados Unidos, aguantando los climas tan extremamente fríos y la influencia de Canadá. El balón está en sus manos.
Mi opinión es que los que hablamos dos idiomas, con acento o sin acento somos ganadores. Al mismo tiempo tenemos la responsabilidad de perfeccionarlos, cultivándonos cada día más, para ser un buen espejo en la sociedad de las nuevas generaciones. De esta forma, el cinturón de triunfo en los Estados Unidos sería bilingüe, es decir, el inglés y el español como líderes por igual.