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A partir del pasado 7 de mayo, más 400 mil productores y exportadores de tomate que concurren al mercado de Estados Unidos, se verán afectados fuertemente en su economía, una vez que el gobierno de Donald Trump decidió eliminar la aplicación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las exportaciones mexicanas de tomate.
Al respecto, el presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales, (CNPR) Eduardo Orihuela Estefan, señaló que los daños económicos directos se reflejarán en 350 millones de dólares por el impuesto del 17.5 por ciento a los exportadores, referente a “pagos de derechos compensatorios provisionales”.
Esta decisión del gobierno norteamericano, apuntó, accionada por conducto del Departamento de Comercio, impactará igualmente en el riesgo de la planta de empleo en 17 entidades federativas mexicanas, con un total de 1.4 millones de empleos directos, de los cuales más de un millón corresponden a la planta industrial y a empresas alimentadoras de insumos y servicios, y alrededor de 400 mil se refieren a jornaleros agrícolas.
Señaló Orihuela Estefan que se impone la necesidad de que el Gobierno de México intensifique negociaciones, a través de la Secretaría de Comercio, de Agricultura y Desarrollo Rural, y de Relaciones Exteriores con su contraparte de EU, aun cuando reconoció que el esquema del comercio de tomate está fuera del Tratado de Libre Comercio entre México y EU, ahora denominado T-MEC.
Además de esas disposiciones del gobierno de EU, dijo el dirigente de CNPR, una derivación del Acuerdo de Suspensión sería la reanudación de la investigación antidumping, la cual no se aplicó desde 1996. Esta determinación podría emitirse alrededor de 19 de septiembre de 2019.
Comentó que dicho acuerdo de presunción y controversia de dumping en tomate, se inició cuando los productores de Florida sospecharon de esa práctica. “En la relación comercial, nunca se comprobó y se optó por la firma del Acuerdo de Suspensión de la Investigación, frente a la evidencia de que el gobierno mexicano no da subsidio a ningún proceso de beneficio del cultivo.
“Por otra parte, la Florida no es capaz de producir índices de producción y productividad, calidad y sanidad, para surtir al resto de la demanda que plantean muchos estados de la Unión Americana”.
Datos de la Secretaría de Agricultura y de Economía, así como del INEGI, coinciden en que el tomate es una de las hortalizas de mayor consumo en México y es creciente su demanda en los mercados internacionales. Actualmente es el tercer producto agrícola de exportación, después de la cerveza y el aguacate. En el mercado de Estados Unidos, uno de cada dos tomates que se consumen, es de origen mexicano.
Estos números indican que la actividad productiva, de la industria y la comercialización del tomate, se ha desarrollado con perspectivas bien encaminadas. El año pasado se alcanzó un nivel de exportación del orden de 2 mil millones de dólares, mientras que se espera una demanda creciente nacional y de exportación.
Al referirse a las repercusiones que habrá en el mercado norteamericano, son en el sentido de un alza del precio en los mercados. Los consumidores tendrán que pagar un sobreprecio de entre el 38 y 70 por ciento, comparado con el que prevalece en la actualidad.
Esta perspectiva, añadió, sería resultado de que se dé una intermediación del comercio de México hacia otros países que disfrutan de mecanismos de acceso a los mercados de EU. Es una alternativa, pero esto conlleva aumento de precios.
Por: Jorge Martínez Cedillo / El Portal de Monterrey