Editorial /
El debate entre una mayoría de comentaristas de la economía y medios de prensa frente al presidente López Obrador sigue, y el mandatario se mantiene en lo suyo: en sus datos y en sus apreciaciones totalmente distintas en comparación con los primeros.
En la conferencia de este viernes, el Presidente ha hecho una variación en su defensa, en sus argumentos, al acuñar que en la Cuarta Transformación se está logrando crecimiento con…Desarrollo.
Y explica que, en los gobiernos anteriores, es decir, los sexenios neoliberales de priistas y panistas, no hubo crecimiento ni distribución de la riqueza. A contrapunto, asegura que en su naciente sexenio se está creciendo y distribuyendo la riqueza: es decir, hay desarrollo. Y así lo explicó:
“¿Qué es el crecimiento?
Es producción de riqueza, eso es el crecimiento, producir riqueza, pero no significa distribución de riqueza. Nosotros durante el periodo neoliberal padecimos de dos cosas: ni hubo crecimiento ni hubo distribución de riqueza, lo poco que creció la economía se concentró en unas cuantas manos.
¿Cuál es la diferencia ahora?
Que, aunque haya menos crecimiento, hay más desarrollo, hay más distribución de la riqueza, pero esto no lo conciben los tecnócratas, porque antes se hablaba de desarrollo.”
Tampoco ve recesión, sí concede que hay menos crecimiento, pero no recesión y dijo que este fenómeno ocurrió en la época del cambio de gobierno entre Salinas y Zedillo cuando la economía se desplomó “siete puntos, siete por ciento”.
Es probable que el Presidente base sus argumentos en la disposición de ingreso de las mayorías ubicadas entre los adultos mayores, jóvenes y becarios en general a los que el gobierno remite apoyos a través de tarjetas bancarias. La disposición monetaria influye en el consumo y es posible que a eso se refiera el mandatario.
Pero los analistas y los organismos que estiman el crecimiento sobre otras bases, insisten en el bajo crecimiento y, ahora, hasta en una ligera recesión.
Y parece que esa discusión no va a parar…Otro flanco de debate es la situación de PEMEX, paraestatal a la que los analistas no le ven remedio, pero el Presidente ataja con argumentos muy distintos y esta semana anticipó que los ingresos petroleros van a impulsar a los sectores productivos como el agropecuario mediante el cual, estima, va a lograrse la autosuficiencia alimentaria con la eliminación de importación de granos.
La apuesta del Presidente sigue en firme y sólo el tiempo va a ubicar a cada quien en su lugar.
Por: Pedro García / El Portal de Monterrey