Editorial /
¡Cagajo!…Después de puras malas noticias varios políticos se han tomado el riesgo de solventar, de una vez por todas, los males que padece (de manera inexplicable) la máquina verdiblanca que es Nuevo León.
Salvo alguna excepción, todos cuantos han sido destapados, propuestos, apoyados, son políticos muy limitados lo cual está sobradamente probado en sus largas experiencias en las que han gozado de la gracia de sus partidos con la entrega de malos resultados, pues los que son o han sido alcaldes –por ejemplo- que no pueden ni con el “paquete” de los baches.
Sí han crecido como políticos, aunque sólo destacan por su demagogia, algunos los he escuchado recientemente en discursos y son una verdadera calamidad.
Su suerte, la de los aventados, es que son arietes de poderes superiores, de grupos que se manejan en la cima de la política y los negocios a costa del servicio público. Esto no va a desaparecer ni con la cartilla moral de AMLO ni el código de ética de los barones del dinero quienes, por cierto, tampoco se crea que van a invertir de lo suyo para realizar el casi billón de pesos en obras públicas.
Los pre-pre-precandidatos para gobernador forman de mafias de poder que desde ya tienen diseñado los senderos por donde sus alfiles les abrirán los cofres.
¡Claro!, que esto no es noticia. Es una especie muy vieja, desde que el trafique se impuso a la Política, práctica que a todos los partidos les ha redituado pérdida del Poder, pero jamás la oportunidad de la revancha…contra el pueblo y los impuestos que paga.
¡Venga!, el teatro guiñol: quién tuviera la suerte de ubicarse detrás del telón y apreciar a los que mueven los hilos. Hay colegas que dicen que varios de ellos son…son…son.
Por: Pedro García / El Portal de Monterrey