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En los últimos años, es común conocer a alguien que por enfermedad o vejez, debe tener el apoyo constante de alguien más. De esta forma es como comenzó a tomar fuerza la labor de los llamados “cuidadores”, que son quienes toman el rol de hacerse cargo de la persona.
Patricia Magaña Lozano, directora de la Escuela de Enfermería UDEM – Christus Muguerza, recomienda que, aunque los cuidados de los familiares siempre son guiados desde el amor, tener el acompañamiento de un profesional de la enfermería.
“Los cuidados que desarrolla un profesional de la enfermería en domicilio, se les debe considerar especializados. El entendimiento de los sistemas familiares, manejo del ambiente habitacional, maniobras de resucitación cardiopulmonar, primeros auxilios en caso de algún envenenamiento, alimentación, entre otros, son parte del conocimientos que se debe de adquirir para poder trabajar con personas que requieren cuidados en el hogar, adicional del manejo de equipo electromédico que pueda llegar a requerir la persona.
“Podríamos decir que el cuidador con lazos familiares o afectivos, cuida o se espera que cuide desde el amor hacia la persona que lo requiere y un profesional de enfermería que cuida en domicilio lo hace desde su espíritu vocacional y de servicio que es capaz de proporcionar a partir de su formación académica”, explicó la directiva.
Mencionó, que al margen de esto es importante que los cuidadores siempre se asesoren con profesionales expertos en los temas a tratar. Aunque en la actualidad no existe un curso que se ofrezca, las instituciones de salud cuentan con enfermeras educadoras que dan orientación, capacitación y adiestramiento a los cuidadores que lo requieran cuando sus pacientes son dados de alta o van a necesitar de cuidados especiales como monitoreo de glicemias, administración de insulina o anticoagulantes, manejo de medicamento y catéter, curaciones de heridas, entre otros.
Magaña Lozano comentó que dependiendo de la condición médica del paciente, es opción considerar los servicios de enfermeros a domicilio. Por otra parte señaló que es importante mencionar que el desgaste físico y emocional de los cuidadores es muy fuerte, por lo que la opción de un profesional de la enfermería puede aliviar esta carga con su asistencia, además de que es una oportunidad de tener orientación en el cuidado del paciente.
“El cuidador se entrega a su familiar y se olvida de él y de su autocuidado, carga con mucho estrés, pero también la mayoría de las veces silencia ese estrés y utiliza mecanismos de evasión para continuar con su rol de cuidador, pero a la larga el cuerpo resiente y a él también le llegan enfermedades y malestares. Es importante que dentro de las dinámicas familiares se le de soporte al cuidador principal, que se esté al pendiente de los tiempos de comida y la calidad de la misma, de las horas de sueño de los espacios y horas de descanso”, dijo.
Agregó que en diversos países europeos, en donde el el fenómeno generacional ha invertido las pirámides poblacionales, se tiene información muy precisa del número de cuidadores con los que se cuenta y el gobierno establece programas de apoyo para ellos en materia económica, educativa y asistencial. Sugirió que hacia allá es adonde debemos ir, a fin de establecer estrategias a corto plazo ya que se puede convertir en un problema de salud pública, por lo que es importante emitir sugerencias para futuras políticas de salud, mediante el estudio del fenómeno.
Redacción / El Portal de Monterrey