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La disminución de la actividad económica a raíz del confinamiento y otros efectos de COVID-19 ha causado y continuará causando una fuerte disminución del empleo y de los ingresos, lo que provocará que las tasas de pobreza se incrementen durante 2020, afirmó el economista Jorge Garza Rodríguez.
En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, a celebrarse este 17 de octubre, el profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey señaló que la pandemia ha tenido efectos devastadores en las economías del mundo, lo que ha impactado en el país y en el estado.
El doctor en Economía por la Universidad de Missouri-Columbia mencionó que el Banco Mundial estima que la economía mundial se contraerá 5.2 % este año y el Fondo Monetario Internacional prevé que en América Latina la recesión será mucho mayor, pronosticando un desplome de 9.4 %.
Agregó que las predicciones de la caída de la economía mexicana por parte de la mayoría de los analistas van desde el 8 % hasta el 12 %, y, en cuanto al estado, el Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Facultad de Economía de la UANL considera que el PIB de Nuevo León se reducirá 9.5 % en el año.
Garza Rodríguez recordó que, en mayo pasado, el Coneval había realizado varias estimaciones de los efectos de la caída de la actividad económica en la pobreza (medida por ingresos), pero lo hizo con el supuesto de que el ingreso per cápita se reduciría solamente 5 %, pero, en su opinión, ese supuesto que se quedó muy corto en comparación con los pronósticos de la mayor parte de los analistas.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores indicó que BBVA estimó que la tasa de pobreza aumentará 13.1 puntos porcentuales –usando la misma metodología que el Coneval utilizó para sus análisis, pero suponiendo que el PIB caerá 12 %–, con lo que se proyecta que la pobreza alcanzará al 61.9 % de la población mexicana, mientras que la tasa de pobreza extrema casi se duplicaría, afectando al 31.2 % de la población del país.
“Estos aumentos implicarían que el número de personas en situación de pobreza se incrementaría en más de 16 millones, mientras que el número de personas que padecen pobreza extrema se incrementaría en 18 millones”, estableció.
El profesor universitario destacó que, incluso en un escenario menos pesimista, en el que el PIB se reduzca solo 7 % –también elaborado por BBVA–, conduciría a fuertes incrementos en la pobreza, que se situaría en una tasa de 58 %, nivel no observado desde 1998, en que alcanzó al 64 % de la población.
“Para poner estas cifras en una perspectiva histórica, cabe mencionar que, desde hace más de dos décadas, desde 1998, el país no registraba niveles de pobreza tan elevados, lo que, por supuesto, constituirá un enorme retroceso en la lucha contra este flagelo”, aseveró.
Garza Rodríguez comentó que, si bien, desafortunadamente, ni el Coneval ni BBVA realizaron estimaciones de los efectos de COVID-19 a nivel estatal, es posible inferir en términos generales que el impacto de la enfermedad sobre los niveles de pobreza será también muy fuerte, debido a que se espera que el PIB de la entidad sufra una fuerte caída.
La estimación del CIE mencionada antes prevé que el PIB de Nuevo León caiga 9.5 %, lo que podría provocar que la pobreza en el estado se incremente en alrededor de 12 puntos porcentuales, haciendo que la tasa de pobreza aumente hasta llegar a casi un tercio (32.8 %) de la población del estado, superando los índices de pobreza desde que se lleva registro a nivel estatal (desde 2008) por el Coneval.
El investigador reconoció que, sin duda, Nuevo León vivirá una situación con pocos precedentes similares, que hará retroceder los avances logrados en el estado en los últimos años, después de que la tasa de pobreza se había reducido entre 2012 y 2018 en casi 11 puntos porcentuales, al pasar de 32 % a 21 % en ese período.
“Como resultado de los efectos económicos de la pandemia, este avance se eliminaría por completo”, apuntó.
Redacción / El Portal de Monterrey
