El Portal de Monterrey
Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Desde el inefable y de tan mala memoria Rodrigo Medina de la Cruz para acá, a los gobiernos de turno en el estado les ha dado por la alabar la supuesta bonanza de Pesquería, Nuevo León y sí, a lo mejor es cierto que Ternium invertirá o invirtió 3.2 billones de dólares ahí, junto, pero no revuelto con la coreana Kia Motors, la cual anunció inversiones por 408 millones de dólares para el crecimiento de sus operaciones.
Es de destacar que, desde su llegada en 2016, KIA le ha metido 3 mil millones de dólares en la planta automotriz que exporta a más de 45 países.
¿Pero quien disfruta de esas leches y mieles en esa tierra prometida? Porque no son los vecinos del alicaído municipio y como muestra de la no jauja en Pesquería hay un botón de muestra, las ruinas del Parque Recreativo Ojo de Agua, otrora un paraíso recreativo para la vecindad de ese municipio y de puntos circunvecinos… Y desde que Patricio Lozano Ramos (mal) ocupa el cargo de alcalde que le heredó su papá, Miguel Lozano Munguía, está convertido en un verdadero sitio de terror.
Es más, hay un video que no me dejará mentir y en el que se puede apreciar que el Parque Recreativo de marras podría ser rentado como sitio para filmar películas bizarras.
Ah, pero no crea usted que esto les preocupa en los más mínimo a los Ramos, quienes, en San Pedro, donde tienen sus reales casas, no alcanzan a oler las pestilencias del agua pútrida del parque en decadencia.
E insisto en mi pregunta: ¿Quién disfruta de la bonanza de Pesquería? Porque el pueblo no.
Mientras tanto sigamos disfrutando todos de esa charada llamada “Pescorea” que, como diría López Portillo, nos engatusaron a todos diciéndonos que tendríamos que tomar cursos para aprender a manejar la riqueza.
Sí Chucha ¿Y tus calzonzotes?
Video:
A QUIEN BENEFICIA COLOSIO
La situación por las obras de remodelación para cumplir el faraónico sueño del alcalde Luis Donaldo Colosio, sobre la reducción de las calles en el primer cuadro de Monterrey es alarmante y el mal se extiende hasta el norte, por la avenida Guerrero hasta Centrika, la tristemente famosa colonia que tiene envenenados a los vecinos que inocentemente ahí compraron (aunque esa es otra historia).
El caso es que la vialidad se convierte en un embudo, por gracia y obra del ausente alcalde Colosio Riojas, quien sigue con su margarita, la bebida, no crea usted que la flor. El punto es que se redujeron los carriles de cuatro a dos, lo que es un 33 por ciento menos espacio para la circulación vehicular… más obstáculos a la altura de la colonia Del Prado… Y en todas las calles y avenidas del centro.
Todo en pos de facilitar a unos peatones inexistentes su camino. Porque los que saben de aforos señalan que solamente del 15 al 24 de diciembre es cuando la gente en Monterrey camina por el centro… Por lo que espere atorones de a deveras en la próxima temporada navideña.
Una locura que solo se le puede ocurrir en sus sueños a un princeso.
Hoy la avenida Ocampo se puede ver ya reducida y con una inversión millonaria de cuatro carriles a dos. Las banquetas serán ampliadas a 10 y 12 metros y es muy posible que ante la falta de peatones se contrate extranjeros para que caminen por esas obras.
Y como le digo, no es solo la avenida Ocampo sino muchas las calles del centro que están siendo reducidas a un 33 por ciento de su capacidad.
Y todo por no reconocer, primero que no Luis Donaldo salió malo como administrador, o sea quew le quedó grande la yegua, y que uno de nuestros grandes problemas como habitantes de esta ciudad capital llamada Monterrey es el de la movilidad y que cerrando calles para entregarlas al comercio informal lo único que se logrará es un buen negocio para la alcaldía y sus inspectores de comercio, y uno muy malo para los peatones y automovilistas.
Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey
