Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
“Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”
El diputado panista Eduardo Leal Buenfil está empeñado en apoderarse de la alcaldía de Allende, Nuevo León, eso no es novedad.
Por eso es que abandona tanto su curul, y ya no se para en el Congreso ni para cobrar porque le hacen transferencia electrónica.
Tampoco es novedad que se ha inventado “una vida” de vecino en Allende, un municipio que le ha sido ajeno siempre y esto significa rentarse una casa en uno de los sectores más exclusivos y hasta hacerse “novio” de una jovencita del pueblo.
La casa de marras la renta pero no la habita.
Y las tantas bravuconadas que se ha aventado en su ya larga precampaña en pos de la Presidencia Municipal, financiada en gran parte con dinero desviado desde el Ayuntamiento de Cadereyta con la venia del alcalde Cosme Julián Leal Cantú.
En su cadena de bravuconadas Lalo incluyó la travesura de dejar sin agua potable a un gran sector del primer cuadro para convertirse en el “héroe” de la “reconexión”.
¿Dónde está la “clase política” de Allende para que ponga en su lugar a este advenedizo? Pues quién sabe, pero lo que ni Lalo ni nadie se esperaba, es que en la última pantomima que se aventó fueran empleadas de servicios primarios las que hicieran recular al rijoso, quien, en lugar de desquitar su dieta como diputado, se la pasa haciendo precampaña.
“Un par de escobas, un rastrillo, unas bolsas de basura y voluntad; es todo lo que se necesita para tener los parques limpios… Los vecinos hartos de reportar al Municipio que limpiaran la plaza de la Col. Los Azahares me pidieron que presionara a las autoridades pero para ellos son como llamados a misa… Definitivamente no les interesa la gente” publicó Leal en sus redes sociales.
Y adjuntó un par de fotos de él y su novia con unas escobas y unas bolsas de basura.}
Pero como le digo, no esperaba que trabajadoras de servicios primarios del municipio tronaran en contra de los comentarios inapropiados y negativos del precandidato a quien reprocharon en un video que dijera que ellas no hacían su trabajo, y que él les ponía la muestra.
Y en un video posterior, el aspirante a la alcaldía salió con la clásica de que “no quiso decir eso si no que es un tema de mejora salarial para los trabajadores del municipio”.
Y esto no termina hasta que se acaba… “Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”.
Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey