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En el marco del octogésimo aniversario de la UANL, la comunidad universitaria se reunió en el Estadio Gaspar Mass para evocar una de las obras emblemáticas del “Regiomontano Universal”, escrita en el año de 1932, en la ciudad de Río de Janeiro, al desempeñarse como embajador de México en Brasil.
Bajo una pertinaz lluvia, los universitarios leyeron cada uno de los versos de Alfonso Reyes, impregnados con la nostalgia de su época infantil y el entrañable afecto por su tierra natal.
No cabe duda: de niño,
a mí me seguía el sol.
Andaba detrás de mí
como perrito faldero;
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue a los niños.
Aunque el gran ausente en el cielo obscuro y húmedo de Ciudad Universitaria fue el tan añorado Astro Rey, la obra de Alfonso Reyes irradió en el ánimo de los jóvenes para continuar con la recitación, bajo la conducción del locutor Gregorio Bernal.
Todo el cielo era de añil;
toda la casa de oro.
¡Cuánto sol se me metía
por los ojos!
Mar adentro de la frente,
a donde quiera que voy,
aunque haya nubes cerradas,
¡oh cuánto me pesa el sol!
¡Oh cuánto me duele, adentro,
esa cisterna de sol
que viaja conmigo!
Pocos minutos bastaron para cumplir uno de los principales objetivos de la velada conmemorativa: homenajear a uno de los precursores de la UANL, quien publicara en 1933 su Voto por la Universidad del Norte, con el propósito de impulsar la educación superior en esta región de México. Y qué mejor tributo, a través del fomento a la lectura.
Otro de los propósito, establecer un récord Guinness al mayor número de personas leyendo a Alfonso Reyes, está por verificarse, una vez que el comité evaluador reciba y coteje las evidencias fotográficas y en video, además del conteo de los 7 mil 250 universitarios, certificados por el notario Jaime Garza de la Garza.
El Rector de la UANL, Jesús Ancer Rodríguez, se unió a las miles de voces, incluida la de Alicia Reyes, nieta del humanista regiomontano y directora de la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México.
“Hoy es una tarde de lluvia, pero de alegría, ya que la Universidad Autónoma de Nuevo León tiene un reto importante, lo cual está en la difusión y extensión de la cultura leyendo a Alfonso Reyes. Esto es algo trascendente, porque el tiempo que tiene la institución, es muy valioso, pues se da a la tarea de impartir educación y cultura.
“Este día, la Universidad le rinde un tributo a Alfonso Reyes, creador de la Universidad, El voto por la Universidad del Norte, que es lo que nos hace estar presentes aquí. ¡Que viva la Universidad!”, pronunció Ancer Rodríguez
Reconocimiento y gratitud al preciado legado literario y filosófico de Reyes a la cultura hispanoamericana, así como al invaluable acervo de libros y documentos acumulados a los largo de su existencia, que custodia la Universidad Autónoma de Nuevo León desde 1980.
Cuando salí de mi casa
con mi bastón y mi hato,
le dije a mi corazón:
-¡Ya llevas sol para rato!-
Es tesoro -y no se acaba:
no se me acaba -y lo gasto.
Traigo tanto sol adentro
que ya tanto sol me cansa.-
Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.
Al concluir estas últimas estrofas del poema “El sol de Monterrey”, papeles azul y oro pintaron el recito universitaria, mientras que las luces alumbraron el rostro de don Alfonso Reyes elaborado por alumnos de la Facultad de Artes Visuales.
El pianista Raúl Di Blasio también se sumó a la celebración universitaria, al igual que las agrupaciones Dew y La Firma, como cierre de la jornada.