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En el día de su cumpleaños número 79, el escritor Fernando del Paso recibió en la tierra de su madre Irene el Premio Internacional Alfonso Reyes, acto que sirvió de pretexto para honrar al “Regiomontano Universal” a quien siempre quiso hablarle de tú y considera el “patriarca” de las letras mexicanas.
“Vine aquí a honrar a un hombre y recibir un premio, el Premio Internacional Alfonso Reyes; ¿qué hacer con un premio? Sentirse halagado y honrado por aquellos lectores a los que uno quiso llegar, presumirlo un poco, no demasiado, es decir, tomarlo con modestia; hay que celebrarlo, es lo que me propongo hacer con mis seres queridos y mi amigos, a los que hoy agrego a Alfonso Reyes”, escribió en su discurso en voz de su hija Adriana del Paso.
El novelista mexicano inició su estancia en esta ciudad en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde develó junto con el Rector Jesús Ancer Rodríguez la placa de su nombre en la Galería de recipiendarios de este galardón instalada en la Biblioteca Universitaria “Capilla Alfonsina”; posteriormente, el Gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, entregó el reconocimiento en acto que se realizó en el Palacio de Gobierno.
De fiesta las letras mexicanas
Fernando del Paso nace en 1935 y en ese año el escritor Alfonso Reyes tenía entonces 46 años de edad, situación que le causaba conflicto al primero, porque siempre quiso de hablarle de tú al regiomontano y su sueño fue siempre que se tomara algo de tiempo para leer su obra, lo que nunca sucedió.
Hoy, a propósito de la entrega del Premio Internacional Alfonso Reyes por parte del Gobierno del Estado de Nuevo León, CONACULTA, INBA, la Sociedad Alfonsina Internacional, la UANL, UDEM, U-ERRE e ITESM, Del Paso Morante se atrevió y expresó unas palabras para el “Regiomontano Universal”:
“Y a ti, Alfonso Reyes, tengo algo que decirte: ya no eres mi mayor, nos dejaste cuando tenías 70 años, y el día de hoy, 1 de abril de 2014 cumplo 79 años. Soy tu mayor, tengo todo el derecho de hablarte de tu, así que rompamos el turrón de una vez por todas mi querido y admirado Poncho”, pronunció con dificultad.
El Rector Jesús Ancer Rodríguez compartió que el jurado en su edición 2013, determinó que las obras de Fernando del Paso están sostenidas por “sólidos, ambiciosos y luminosos ejercicios de indagación en nuestras tres dimensiones: el lenguaje, el cuerpo y el tiempo (…) cumbres que junto con el resto de su obra hacen a Del Paso ampliamente merecedor del Premio Alfonso Reyes”.
“Aquí y ahora, al conferirle el Premio Internacional Alfonso Reyes 2013 a Fernando del Paso, rendimos honores además al oficio de escritor y el orgullo es mayúsculo a conferirle este galardón a uno de los mayores oficiantes de la literatura, un intelectual con dotes de alquimista”, expresó el doctor Ancer Rodríguez en la ceremonia que tuvo lugar en el Palacio de Gobierno.
Rafael Tovar y de Teresa, Presidente de CONACULTA, se reconoció “devoto” de la obra de Del Paso y advirtió que cualquiera de las novelas monumentales del escritor mexicano – José Trigo, Palinuro de México o Noticias del Imperio- bastaría para dar nombre al autor.
“El de hoy es un reconocimiento a tu enorme talento, generosidad y a tu lugar único en la literatura mexicana; los Monólogos de Carlota (de Noticias del Imperio) son buenísimos, como cada letra, cada palabra, cada pausa, cada puntuación de tu obra”, pronunció.
Pero el discurso de Fernando del Paso fue una oda a don Alfonso Reyes, trajo a la memoria sus obras Visión de Anáhuac y Memorias de cocina y bodega; reconoció la erudición tan natural del escritor regio, como si se tratara de respirar, y de su sentido del humor.
“Don Alfonso Reyes fue una especie de patriarca de las letras mexicanas, de manera que para mí, que apenas descubría mi vocación literaria, era un sueño llegar hasta él para que se tomara la molestia de ocupar su tiempo en mi obra; nunca me aventuré a asaltar a don Alfonso”, escribió en su discurso