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Dentro de la gestión de crisis en una organización –previamente, durante y posterior a la situación de emergencia–, es necesario el entrenamiento del equipo de trabajo, la evaluación de oportunidades que surjan ante la crisis con respuestas rápidas y las habilidades de resiliencia.
Lo anterior fueron parte de las propuestas esbozadas por Guillermo Salazar Nava, instructor del Centro de Empresas Familiares de la Universidad de Monterrey, quien ofreció la videoconferencia La empresa familiar ante la crisis del Covid-19. Acciones y recomendaciones, que tuvo 102 asistentes.
La charla se realizó esta mañana, a través de Zoom, como parte de las actividades para miembros del Centro de Empresas Familiares de la UDEM, y fue presentada por José Ángel Vázquez Villalpando, director de este organismo universitario.
Para superar una crisis, Salazar Nava propuso a las organizaciones flexibilidad para adaptarse y reinventarse ante nuevos entornos, gestionar de cerca el “flujo de caja” y la liquidez, “actuar con la cabeza fría”, administrar las energías, establecer un comité de crisis y, sobre todo, resistencia.
“Esto que viene es un tema de resistencia, más que de velocidad (…), hay que actuar con intuición: la estrategia se hace con la cabeza fría, con base en la información, pero aquí va a jugar mucho la experiencia que hayamos tenido en eventos pasados, en situaciones complejas”, expuso.
El también fellow member del Family Firm Institute con sede en Boston, Estados Unidos, exhortó a definir el liderazgo directivo a través de un comité de crisis que ayude a proveer de información y a procesar lo que está ocurriendo en el entorno, a ver las capacidades de producción de la empresa, y, con base en eso, cambiar la operatividad para luego elevar esa información al Consejo de Administración.
“Lo que hemos descubierto de las familias que han implementado formalmente un comité de crisis, es que este termina funcionando más a nivel operativo, de cara a ser un consultivo de la gerencia general, no tanto de la parte estratégica directamente”, explicó.
Salazar Nava destacó la necesidad de que los colaboradores se preparen para posibles escenarios antes de una crisis, como es el caso de la actual contingencia sanitaria por el coronavirus Covid-19.
El consultor de la UDEM señaló que, durante la emergencia, es preciso que el equipo de trabajo monitoree el entorno, realice toma de decisiones rápidas, pero con sentido común, y gestione la vocería y las comunicaciones interna y externa.
Posterior a la situación de crisis, la organización debe concentrarse en una rápida recuperación, tener un control de daños y gestionar una evaluación interna y externa, así como registrar los aprendizajes y la preparación para la próxima contingencia.
El experto en gobierno corporativo afirmó que lo que caracteriza a las familias empresarias en la crisis es su organización y reafirmación del compromiso de unión, lo que aumenta sus posibilidades de supervivencia al adaptarse mejor a un entorno cambiante.
“Lo que hemos visto es que las familias que han podido mantener esa cabeza fría para manejar la crisis son aquellas que han sido identificadas hacia una cohesión flexible-estructurada, es decir, familias que tienen la capacidad de entender el entorno, pero que son cohesivas”, subrayó.
El autor de los libros Empresas familiares: herramientas para la gestión del amor y el dinero y Manual de la empresa familiar indicó que, en el mundo de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA, por el acrónimo en inglés), las empresas desarrollan la resiliencia a través de un nivel moderado de cohesión y adaptabilidad, una visión compartida, solución de conflictos constructiva, reglas de gobernanza claras y una orientación al legado y a largo plazo.
Redacción / El Portal de Monterrey