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En el 111 aniversario del natalicio del Dr. Eduardo Aguirre Pequeño, precursor de la ciencia en México, la Universidad Autónoma de Nuevo León prepara una edición especial facsimilar de los cuadernos en los que registró todo el proceso de investigación sobre el mal del pinto.
Así lo confirmó el Rector Jesús Ancer Rodríguez durante la ceremonia de Guardia de Honor que se llevó a cabo en la Plaza de los Universitarios Ilustres para recordar la vida y obra de Aguirre Pequeño, fundador de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agronomía.
“El doctor Eduardo Aguirre Pequeño es, ya lo hemos dicho aquí mismo, siempre, es uno de los protagonistas de la Universidad y, en particular, de la ciencia en México en el siglo veinte”, pronunció en su mensaje.
El Ejecutivo universitario reconoció que el científico impulsó las actividades de investigación en la Máxima Casa de Estudios, mismas que ahora marcan la pauta del tránsito de la Institución hacia la Visión 2020.
Ancer Rodríguez dijo que gracias a las bases que se establecieron en la Universidad por los empeños de científicos como el doctor Aguirre Pequeño, la institución da un lugar preponderante, hoy en día, a las labores científicas y de investigación.
“Hoy en día, la Universidad le puede decir a sus fundadores: hemos cumplido. Estamos cumpliendo sus sueños y sus visiones de una institución de altos estudios, de cultura superior, y que particularmente en los aspectos científicos y de investigación contamos con indicadores sumamente relevantes, como lo son los más de cuatro mil alumnos de posgrado, cerca de 600 investigadores adscritos al Sistema Nacional de Investigadores y cerca de 40 centros de investigación en todas las áreas del conocimiento”, pronunció.
Fue el doctor Eduardo Aguirre Cossío quien tomó la palabra en nombre de la familia, recordó que su padre fue huérfano a los 10 años de edad y tuvo que vender atole en el pueblo; problemática que pensó solucionar practicando box, pero fue su abuela quien lo acercó a la educación hasta ver en él un doctor.
“Siempre una mujer marca la historia de un hombre; migró para hacer carrera en Colegio Civil; el doctor Jesús Kumate lo bautizó como el cazador de microbios, porque mi padre siempre, como un hombre de campo, se acompañaba de su microscopio, y con sus alumnos identificó infinidad de microbios que ya conocimiento era fácil atacar”, recordó.
Aguirre Cossío dijo orgulloso que su padre traspasó fronteras, porque dentro del protocolo de investigación de la enfermedad del mal del pinto, tuvo que sufrir el proceso para describir la evolución de la enfermedad durante cinco años; llegó a narrar un cuarto periodo, parecido al de la sífilis, donde destacaba el ataque a las meninges que no está descrita en la literatura mundial científica.
“Mi padre tuvo como logros probar que la enfermedad era sistémica, atacaba todos los órganos del cuerpo y dejaba secuelas; y logró su cura. Fue fundador de cuatro instituciones: Orientación Social, el Instituto de Investigaciones Científicas, la Facultad de Ciencia Biológicas y Agronomía; fue director de la Facultad de Medicina y el Colegio Civil”, enumeró.
Y toda esta labor refrenda el aporte del doctor Eduardo Aguirre Pequeño hacia la UANL, “ahora la Universidad navega por estos bonitos rumbos, es una prestigiada institución, gracias a otras columnas como Gonzalitos, David Alberto Cossío, Enrique Livas, Rangel Frías, de manera que la Universidad tiene cimientos, los ex rectores todos han puesto su granito de arena y desde luego, la visión del Rector actual, que aspira a la internacionalización”, puntualizó.
